06. Impulsos

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JungKook se mantuvo en completo silencio mientras iba en el asiento del copiloto dentro del auto del detective. Estaba presto al camino que estaba tomando el mayor, pues a decir verdad, se había concentrado tanto en SeokJin, tratando de averiguar por qué YoonGi no lo superaba, que irónicamente por un momento dejó a un lado a la persona que de verdad era de su importancia.

Como sea, si YoonGi lo había invitado a su casa significaba que había despertado algo de interés en él y por ahora eso le bastaba. Era un enorme paso luego de que lo haya rechazado y, pese a que su consciencia le decía que se preguntara el porqué de ese cambio tan abrupto, decidió ignorarla.

Bajaron del auto una vez que YoonGi se estacionó afuera de su cochera. Al pasar por la sala, se quitó el saco de vestir y lo dejó sobre el respaldo del sofá antes de continuar con su camino hacia la cocina. JungKook iba detrás de él, perdiéndose de vez en cuando en los detalles de la casa del mayor: paredes blancas y otras color crema, amplia sala con muebles de color beige, mesa ratona de vidrio, lámparas de pie, no había televisor, pero sí un reproductor de música. Su cocina tenía de todo, aunque evidenciaba la soledad con la que vivía, pues el comedor era pequeño y probablemente solo para dos personas, su estufa era de dos hornillas, su refrigerador era un poco pequeño y desde que YoonGi abrió la puerta del mismo, se supo que no contaba con mucha comida dentro.

El mayor volvió a cerrar la nevera y abrió la puerta del congelador, para luego soltar una maldición en voz baja.

—Lo siento, no tengo mucho para hacer. Lo único decente es una pizza congelada —volteó a ver a JungKook—. Podemos ir a algún restaurante si quieres...

—No —negó de inmediato. Salir del espacio seguro de YoonGi podría ocasionar que perdiera la confianza para cualquiera que fuera la razón por la que lo había traído hasta su casa, y JungKook no quería eso—. La pizza está bien.

—De acuerdo —asintió.

El menor se mantuvo atento al detective mientras este se recogía las mangas de su camisa, lavaba sus manos y se dedicaba a meter la pizza al horno. No dijeron ni una palabra por un largo rato, en el que YoonGi aprovechó para sacar una botella de vino tinto de la alacena y un par de copas. Las dejó sobre la encimera antes de sacar su celular del bolsillo para revisar alguna posible notificación, de alguien muy en específico, claro estaba.

¿Qué tal tu noche?

Era un mensaje que le había enviado a SeokJin desde antes de salir de su despacho, pero aún seguía sin ser respondido. YoonGi no necesitaba ser tan inteligente como para deducir que estaba lo suficientemente concentrado en el imbécil de su cita como para querer responderle.

Guardó de nuevo el celular, abrió la botella e inició a verter el vino en las copas.

—Me gusta su casa —comentó JungKook, intentando brindar algún tema de conversación—. ¿Siempre ha vivido aquí?

—Te dije que puedes tutearme cuando estamos solos —le ofreció una de las copas. Sujetó la otra y dio un trago al vino antes de continuar hablando—. Y no, no siempre he vivido aquí, me mudé cuando me separé de mi anterior pareja.

—Ya veo —asintió lentamente, también bebió del líquido y se quedaron en silencio otro par de segundos. Se preguntó por un instante si SeokJin y YoonGi habían tenido relaciones en esta casa como lo hacían en la actual vivienda de Kim, le molestaba pensar en una respuesta afirmativa, pero lo pasaba por alto al pensar que de ahora en adelante él podría cambiar eso. Ya no quería que YoonGi lo nombrara tanto y, en cambio, iniciara a nombrarlo a él con esa misma ilusión en sus ojos—. ¿Vas a decirme por qué me has traído aquí? En esta... cita improvisada —optó por ser más directo—. Porque me rechazaste hace unos días.

Taste of You ✦ ≪KookGi/JinSu≫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora