11-El prometido

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Aquel día que se suponía que iba a resultar muy tranquilo terminó siendo de todo menos eso. La madre de Enid avisó de que su prometido iría a la academia para poder conocerla en persona y de paso decirle lo que iba a ser su vida.

―¿Quieres qué lo mate?―preguntó la pelinegra―tengo balas de plata para enterrar a toda una manada.

―No, hablaré con él, pondré las cosas claras y que se olvide de mí―contestó ella.

―¿Desde cuándo eres tan rebelde?

―Desde que eres mi roomie.

Tn estaba tranquilamente planchando las ropa. Escuchaba todo atentamente, la loba le había dicho que no se metiera, ya que ella sería la encargada de dejar las cosas muy claras. Lo único que pedía era que aceptase de buen grado y no tener que llevar el asunto más lejos.

El tiempo transcurrió y ella estaba nerviosa, pero finalmente llegó el momento. Enid se arregló y se marchó. Tn quería acompañarla pero ella insistió en que no hacia falta, que era mejor así.

―Lo entiendo, mucha suerte―dijo dándole un beso.

―No te preocupes, solucionaré esto...mi dulce de caramelo―él se ruborizó un poco.

―Sigo pensando que ese mote es tremendamente estúpido―comentó la pelinegra escribiendo tranquilamanete.

―Deséame suerte roomie―dijo ella feliz.

―Si te hace algo Tn y yo le coseremos el cuerpo a balazos de plata―respondió sentada y sin mirarla.

Enid se marchó, cuando cerró la puerta, Tn se sentó un poco sobre su cama.

―¿Preocupado?

―Un poco, espero que logre convencerlo. No quiero tener que golpear o pelearme con nadie

―No sería la primera vez que te peleas con alguien

―Bueno, pero siempre intento hablar las cosas primero. Simplemente hay personas que nunca entenderán mediante palabras.

Enid llegó a la entrada donde encontró al joven esperando. Era algo más alto que ella, cabello negro y simplemente al verlo se podía apreciar que era un hombre lobo.

―Hola―saludó ella seria.

―Hola Sinclair, vaya...eres mucho más guapa en persona.

El chico en cuestión se llamaba Dylan.

―Iremos al grano, no, no me voy a casar contigo―dijo firme―tengo otros planes en la vida y casarme tan pronto no está dentro de ellos.

―Podemos esperar a que pasen unos años―contestó el chico―así podemos tener más citas y eso.

―No me casaré con alguien por el cual no tengo sentimientos

―Podemos conocernos

―No, lo siento, pero mi decisión es firme. Será mejor que busques otra loba para ti.

Isam se echó a reír.

―Tienes mucho carácter...eso me gusta mucho. Pero nuestras familia ya han decidido por nosotros―dijo―no puedes retractarte.

―Por lo que veo lo estoy haciendo.

Estuvieron un rato hablando y Enid le dejó bien claro que no quería saber nada sobre el matrimonio arreglado por sus padres. Así que de manera amable y tranquila le pidió que él también se negase a aceptar.

El hombre lobo dijo que por él no habría problema, para sorpresa de ella. Pero que tanto sus padres como los de ella no aceptarían ya que todo sería para hacer una manada mucho más unida y fuerte.

―Intenta convencerlos―dijo ella―yo haré lo mismo con los míos.

―Bueno, puedes aceptar y listo, así evitamos problemas

―Puedes besarme el colorido trasero―dijo enojada―ya te he dicho todo lo que tenía que decirte, ahora me marcho a mi habitación. Y lo dicho, ya hablaremos con nuestros padres. Espero que cumplas tu palabra.

Tras esto, ella regresó a su habitación. Al entrar, se sentó sobre la cama ante la mirada de su roomie y Tn. Tras unos pocos segundos, suspiró aliviada. Toda la tensión del momento se marchó, se había atrevido a dar el paso y negarse. No podía ocultar que estaba nerviosa y quiso hacerse la fuerte delante de su chico.

―¿Ha ido bien?―preguntó Tn.

Ella les contó todo y en principio esbozaron una pequeña sonrisa porque pensaban que todo había quedado claro. Luego, Enid les relató que tendría que enfrentarse a su familia. No le había dicho nada sobre su relación con Tn porque podría complicar todavía más las cosas.

―Ya veo―dijo Tn―lo has hecho muy bien.

La abrazó muy suavemente y ella hundió la cara en su pecho, cuando hacia eso se sentía muy tranquila y relajada.

―Mi dulce de caramelo―él acarició su cabello y besó su frente.

―Ahora no pienses en eso, ¿vemos una película?

―¡Claro!.

No tardaron mucho en llegar las noticias a la casa de Enid. Su madre al escuchar todo, trató de hablar con la otra manada, quizás se habían precipitado. Pero la mujer estaba algo enfadada pues Enid no le contó nada de eso y simplemente se dedicó a hacer lo que quiso sin ni siquiera consultarle.

Por su lado, sus hermanos estaban con miedo mientras miraban la televisión o comían, conocían el carácter de su madre y era mejor no molestarla mientras discutía por teléfono. Su padre en cambio cuando escuchó todo esbozó una pequeña sonrisa que se le quitó cuando la esposa le miró a la cara.

Tras esa noche, al día siguiente, ella le comunicó a su hija que hablarían en persona sobre el tema a lo que Enid aceptó. 

―Tendré que enfrentarme a mi madre, pero no tengo miedo, quiero que estés a mi lado―dijo aferrándose a la mano de Tn.

―Claro, lo que tú me pidas―la besó.

Miércoles estaba en el club de esgrima en ese momento con Bianca pues quedaron para retarse a un duelo de nuevo. Cosa fue a animar a la joven.

―Estamos solos...―dijo ella colocándose encima―ha sido un día duro de clases, chismes...hablar con mi madre...y hace tiempo que tú y yo...no...ya sabes.

Tn la tomó de la barbilla y ambos comenzaron a besarse.

Enseguida llegaron los mimos, los cuales se volvieron intensos a cada minuto que pasaba.

Al cabo de una hora, ambos ya se habían duchado tras hacerlo. Enid se sentía muy aliviada pues cuando estaba con él se sentía completamente segura. Tn se puso a ordenar la ropa en los armarios y luego, peinó a Enid quien tras ver su nuevo peinado, se hizo una gran cantidad de fotos para su red social los cuales se llenaron de likes.

Esos días fueron muy tranquilos. Hasta que llegó su madre a la academia. Estaba muy enojada pues no paró de hablar con la otra familia para tratar de poner un poco de orden y paz en el tema.

―Hola madre―saludó ella junto a Tn.

―¿Y bien?, ¿vas a decirme el verdadero motivo por el cual no te casarás con Isam?.

Enid asintió.

―Resulta que tengo novio

―¿Y quién es?.

Ella miró a Tn y ante la cara de la mujer, tomó la mano del chico.

―Es Tn, él me ha demostrado mucho amor y cariño durante todo este curso. Y creo firmemente que es el hombre de mi vida―contestó firme y segura de sí misma.

La cara de la mujer era todo un poema.

Continuará...

Espero que les haya gustado y lamento la demora.

Un saludo  :D

El Mayordomo-Enid x TnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora