Matiz Árido

-5-

"repito, por favor, presente consagración sanguínea"

"¡un momento!" -me tensé al escucharla, venia caminando en nuestra dirección a paso torpe- "¿que está pasando aquí?"

"...la humana ya ha visto demasiado, hay que limpiarle la memoria y liberarla"

"No." -dije inmediatamente poniéndome entre ellos y Aria

Si le borran la memoria, ella...se olvidará de mi.

Y quién sabe si salga bien librado de este embrollo

"¿No? ¿y desde cuando un demonio inmundo puede darle ordenes a los enviados del cielo?"

"¿son ángeles?" -cuestionó Aria ahora sosteniéndose de mi espalda

"una sub especie, se les conoce como intermediarios" -expliqué brevemente

"No pretendo darles ordenes, es que ella no es una humana común, es una catalizadora" -el intermediario frunció el ceño

"si...si me permiten..." -interrumpió Aria y ahora los tres le prestaron atención- "no soy ajena a la situación, él acaba de salvarme de las posibles atrocidades que estos hombres pudieron haberme hecho"

los tres se voltearon a ver entre si y el que les guiaba guardo su espada

"señorita, ¿está segura de lo que dice?"

"si señor" -aseguró ahora con más firmeza- "es mi viejo tutor, me enseñó a hablar varios idiomas cuando era una niña"

Sentí la tensión recorrerme el cuerpo entero cuando lo dijo

¿Ya...lo recuerda?

"Y vino a visitar a mi tío, de hecho se está quedando en nuestra casa"

"..." -suspiró- "señorita, yo solo estoy haciendo cumplir la ley, él tiene que venir con nosotros"

"¿Por qué?"

"Se ordenó que cualquier demonio que viviera en esta área, se presentara a una instalación en el inframundo, han habido algunos crímenes que atentan contra la población humana, así que lo que hacemos es para protegerla"

"¿Protegerme?" -frunció el ceño y sus ojos se llenaron de lágrimas- "¡Le clamé a mi Dios que me mandará ayuda! ¡Estaba tan aterrada cuando estos hombres inmundos me intentaban tocar contra mi voluntad! ¡Y así me ha mandado a este hombre!"

Hipó levemente por las lágrimas que le atacaban

"¡Y él no vive aquí! ¡Solo vino de visita! ¡Pero gracias a mi Dios todopoderoso que él estaba por aquí para protegerme! ¿Qué no eran ustedes quiénes debían velar por mi? Podrán llamarlo demonio, aún con la sangre que ha derramado, mi corazón está más tranquilo sabiendo que él me está cuidando que ustedes que se hacen llamar mandados del cielo."

Abrí mis ojos con sorpresa, la voz tenue y quebradiza de temor me rompía el corazón

No pude evitar tomarla en mis brazos y abrazarle con cuidado en un intento por calmarla

"¡Ayúdenme!"

Ups...

"¡Por favor! ¡Piedad!"

Los dos humanos que aún no había matado, hasta ahora habían estado petrificados y enmudecidos por mi influencia

Pero gracias a Aria, perdí mi concentración y uno se libró de mi influencia mientras el otro cayó al suelo inconsciente

"¡Señorita! ¡Señorita!"

Aria se sobresaltó

hizo el intento de acercarse a ella pero la puse detrás de mi de inmediato y le alejé de una patada que lo regreso a su lugar