Justo cuando pensaba que había dejado atrás mi pasado de amor no correspondido, el destino decidió jugar una carta inesperada. Mientras caminaba por el parque una tarde soleada, mis pensamientos estaban lejos de aquellos días llenos de dolor y confusión.
De repente, vi a alguien familiar entre la multitud. Mis ojos se encontraron con los suyos, y por un momento, el tiempo pareció detenerse. La sorpresa y el reconocimiento brillaban en sus ojos, y me di cuenta de que él también me había visto.
Nos acercamos el uno al otro, nuestros corazones latiendo con una mezcla de emociones. Hablamos de forma casual, compartiendo pequeñas anécdotas sobre lo que había pasado desde nuestro último encuentro. Pero bajo la superficie de nuestra conversación ligera, había una corriente subyacente de tensión y curiosidad.
A medida que nos despedimos y nos separamos, me di cuenta de que este encuentro casual había cambiado algo dentro de mí. Ya no sentía el mismo dolor o anhelo que una vez había dominado mi corazón. En su lugar, había una sensación de calma y aceptación, una comprensión de que lo que fue, fue, y que ahora era el momento de seguir adelante.
Con una sonrisa en los labios y un brillo en los ojos, me dispuse a continuar mi viaje de autodescubrimiento, emocionado por las nuevas oportunidades y experiencias que el futuro tenía reservado para mí. Aunque el camino podría ser incierto, sabía que estaba listo para enfrentar cualquier desafío con valentía y determinación, sabiendo que mi corazón estaba finalmente en paz.
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Entre destellos de café oscuro
Teen FictionEn el laberinto de la cotidianidad, donde las rutinas eran muros infranqueables, sus ojos se erigieron como ventanas hacia un mundo desconocido. Cada mirada era un destello de posibilidades, un atisbo de lo que podría ser si tan solo nos atreviéramo...
