No te vayas

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-Buenos días joven amo-levantaba un hombre mayor a un joven peliazul que estaba acostado en una enorme cama

-¿Tanaka? ¿Y Sebastián? -pregunta por su mayordomo pues era extraño que este no fuera quien lo había despertado

-Pues señor Sebastián esta...-hizo una leve pausa el anciano, una pausa que solo le causó terror al joven quien sin pensarlo dos veces se levantó de la cama y salió corriendo en busca d3 su mayordomo demonio

Corría como si no existiera un mañana, no sabía donde estaban los demás pero al escuchar los llantos de Finny y Meiryn pudo deducir de donde  se encontraban estos, terminando por correr hasta la Biblioteca. Al llegar estaban todos sus sirvientes reunidos, el joven rubio ojiverde lloraba descontrolado junto a la chica pelirroja, el mayor de ellos estaba de un lado tratando de no llorar, mientras que el albino con sus serpientes tenía la cabeza gacha y los ojos cerrados con una expresión de dolor

-Bocchan-creyo escuchar la voz de su mayordomo pero era el mismo anciano Tanaka quien lo miraba con dolor y tristeza

-¿Donde esta Sebastián?...-pregunto con temor el menor, en eso todos sus sirvientes se voltearon a él con las lágrimas en sus mejillas-Dejen todo este acto ¿donde esta Sebastián? ¡¿Donde?! -pregunta ya comenzando a temblar y a apretar los dientes pues un mal presentimiento le había invadido por completo

-El...El señor Sebastián-comenzo a hablar entrecortadamente Finny quien no dejaba de llorar

-Lo encontramos esta mañana aquí.. Sin vida, dice oscar-comenta el albino con dolor en su voz, en eso Ciel voltea hacia uno de los estantes de la biblioteca, y a los pies de este estaba el cuerpo inerte de aquel demonio azabache, por un momento quedo en shock y hasta sintió las lágrimas escocer en sus ojos, pero recordó que este era un demonio y que no podía morir, por lo que se acercó al cuerpo que parece que habia sido herido en el pecho, aquello le trajo recuerdos

-Oye, cuanto más piensas dormir? -pregunta bajo las miradas llenas de dolor de sus sirvientes, se encargaría más tarde de regañarlo por armar tanto escándalo-Mira el desastre que has echo, vas a tener que limpiarlo, oye Sebastián despierta ya esto no es divertido-pero no recibía respuesta alguna, hasta mira a los ojos del demonio notando que estos no tenían brillo alguno, estaban sin vida completamente-¿Esto es en serio? No puede ser, tu no puedes morir ¿cierto Sebastián? -su voz había sonado vacilante, pues no podía creer que aquel demonio estuviera muerto, no podía, no quería creerlo

Se sienta encima del cuerpo inerte, sin preocuparse de llenarse los pies y parte de su camisón de sangre, si esto era una broma haría que el demonio se las pagara bien caro por gracioso

-Oye Sebastián despierta-le exigía mientras movía los hombros del mayordomo sacudiendo su cuerpo-Oye! Tu no puedes morir, no puedes, no te lo ordene-ahora se estaba desesperando pues aunque esto lo habían echo anteriormente, no había razón alguna detrás de aquella actuación, y lo angustiaba más era no recibir respuesta del contrario-Lo prometiste, prometiste que siempre estarías a mi lado, no te vayas tú no te vayas por favor-suplicaba golpeando el pecho del demonio el cual ni subía ni bajaba, sus sirvientes lo veían con lastima y habían comenzado a llorar nuevamente, pues al ver lágrimas en los ojos de su bochan el dolor era peor

Esperen....¿lagrimas de su bochan?

Si... Ciel estaba llorando mientras intentaba hacer que Sebastian le contestara, lágrimas que no había soltado en años ni siquiera en la muerte de su tía, lágrimas que caían sin control de sus ojos

-Sebastián despierta por favor, no me dejes, por favor-suplicaba con la cara apoyada contra el hombro del mayordomo

Hasta la herida de parte de una guadaña la de la muerte es fuerte hasta para mi

Recordó las palabras que este le había dicho cuando Undertaker le había atravesado el pecho con su guadaña de la muerte en el barco con el caso de Aurora

Con ese recuerdo levanto su cabeza notando que ya no estaba en la biblioteca, sino en el aire, había sido arrojado al aire por Undertaker. Tenía su brazo estendido para sujetarse a la mano de su mayordomo quien también estaba tratando de alcanzarlo, cuando sus dedos se tocaron y comenzaban a entrelazarse, se separan de golpe ya que Undertaker había atravesado el pecho del demonio con su arma

-Sebastián, Sebastián! -lo llama, esta vez con más miedo de perderlo que la primera vez. Rápidamente es sujetado por los fuertes brazos del demonio quien lo abraza hacia si con fuerza para ambos caer al suelo, cayendo él en el pecho herido del demonio, se levanta rápidamente notando la herida del pecho del demonio, comparándola con la herida que había visto hace solo unos minutos

-Solo le causas dolor al conde, asique me desharé de tí-fueron las palabras de Undertaker en ese momento levantando su arma para cargarla contra su mayordomo, rápidamente Ciel por instinto se posa frente a este para evitar eso pero todo se vuelve oscuro de pronto

Se tira a todos lados sin saber que pasa hasta que ve a lo lejos una luz, y hacia esta iba el demonio, con el miedo creciente en su pecho corre hacia él

-Sebastián! -lo llama pero este no se voltea-Sebastian! Sebastián! SEBASTIÁN!






















Un poquito de suspenso no mata a nadie ¿verdad? Un poquito corto al inicio pero me iré extendiendo mediante cada capítulo

No te vayas de mi lado/Sebasciel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora