No te vayas de mi lado/Sebasciel

Conde

-Bocchan he vuelto-entra
Sebastián a la Oficina con unos pergaminos en mano después de haber estado menos de diez minutos fuera

-Tan rápido como siempre Sebastián ¿y bien? -dice Ciel acomodando sus codos en el escritorio para apoyar su barbilla en sus manos, agradecía con creces lo veloz que era su mayordomo par recaudar información de todo tipo

-Al parecer los jóvenes desaparecidos concuerdan en un lugar, todos fueron vistos por última vez en la tienda de ropa *** -Sebastián coloca los pergaminos en el escritorio de su amo y este los toma para leer detenidamente. Una tienda de ropa mixta, donde chicos y chicas asistían diariamente para comprarse los más finos trajes, un lugar perfecto para secuestrar tantos jóvenes sin dejar rastro

-Bueno vayamos allí y averigüemos que esta pasando-dice el conde aparta los pergaminos y se levanta de la silla para caminar hacia la salida de su Oficina

-¿Hará de nuevo de carnada señor?-dice con un poco de burla el mayordomo aunque su rostro se veía neutro como siempre

-No tengo nada que preocuparme contigo a mi lado ¿no? -dice con soberbia el conde sonriendo desafiante a su mayordomo, aunque sus propias palabras hacen eco en su cabeza pero decide mejor dejar de estar pensando cosas innecesarias

-Por supuesto Bocchan, mientras yo este aquí usted no debe preocuparse de nada-se inclina levemente con una sonrisa adornando su rostro

"Mientras yo este aquí" resonaron aquellas palabras en su cabeza haciendo que cambie su mirada segura y decidida a una dudosa, aunque sacude ligeramente la cabeza para calmar sus pensamientos, debía concentrarse en resolver aquel problema.

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Al día siguiente una joven señorita de cabello rubio y ojo azul se encontraba en la tienda de ropa más famosa últimamente de la ciudad, acompañada de su tutor, obviamente se trataba del conde Phantomhive disfrazado junto a su mayordomo, pero nadie allí presente debía reconocer al conde y menos por las vestimentas que este traía puestas, eso sería una humillación y mancillaría el nombre de los Phantomhive.

Pero si eso era así ¿que hacia disfrazado como una chica en aquel lugar? Simple, Sebastián le había convencido de que lo mejor era de que fuera disfrazado para que la mansión y él como conde y perro guardián de la reina no corriera peligro, aunque claro Ciel sabia internamente que el mayor solo quería aprovechar para burlarse de él todo lo posible

-Buenos días señorita, señor-les saluda una de las jóvenes que trabajaban en aquel local-¿Buscan un atuendo en específico?

-He odio que en esta tienda venden los más hermosos vestidos de Inglaterra -comenta Ciel fingiendo una voz de chica notando como Sebastián aguantaba la risa

"Me voy a vengar ya lo veras" pensaba el conde hirviendo de rabia y vergüenza de usar ese tipo de disfraz

-Por supuesto señorita, muchos han elegidos nuestros vestidos que son elaborados con las mejores telas-comenzo a explicar la joven al estilo comercial, mientras Sebastián y Ciel miraban a todos lados buscando algún indicio que les ayudara a resolver el caso que tenían en manos

Una hora de charla con la joven y ya Ciel estaba que se rendía pues sólo habían pasado de ver vestido tras vestido, mientras Sebastián en algún momento se había ido de su lado a buscar información. El conde había visto como este había desaparecido detrás de una puerta seguido por una de las jóvenes que trabajaban allí

Seguramente a "sacarle información" como decía el mayor, aunque un sentimiento algo extraño lo invadía cada vez que este se involucraba con mujeres por el bien de alguna misión, nunca le prestó atención a aquel sentimiento pero últimamente su cabeza le estaba jugando malas bromas por lo que comenzaba a sobre pensar cosas