-Woof- fue la señal de Sebastián para actuar
-¿Muy bien quien será el primero?
Las luces son apagadas por completo, Ciel no podía ver lo que pasaba pero no se preocupaba, quienes deberían temer por sus vidas eran lo nobles allí presentes y alas señoritas organizadoras de la subasta. No podía escuchar nada y tuvo que cerrar su ojo cuando la luz fu de vuelta
Abriendo lentamente sus ojos nota como cada persona estaba atado o atada contra sus asientos y estaban vendados y amordazados por completo
-No fueron ningún problema, los nobles de ahora no se parecen en nada a los de cien años atrás-comenta Sebastián quien estaba en el gra escenario sacudiendo sus manos, junto a él estaban las trabajadoras del local con su líder, atada entre todas-Antes un noble se defendía por completo, estos dan vergüenza
-Pues se han acostumbrado a ser protegidos, las cosas cambian-responde suspirando y mirando hacia donde estaba su mayordomo pero cuando voltea estaba a solo centímetros del rostro del contrario, Sebastián rápidamente lleva su mano hasta el rostro de su amo posicionandola en su mejilla y acariciando esta con su pulgar estirando un poco la piel debajo de su ojo, pero con suavidad. El conde no sabía porque pero su corazón había comenzado a acelerarse sin control, hasta el punto de que caso lo podía oir en todo el lugar y más cuando ve el rostro de Sebastián acortar la poca distancia que quedaba entre ellos, viéndolo a los ojos con aquellos rubíes
-Parece que no le aplicaron ninguna droga-dice de pronto el mayordomo deteniéndose a escasos centímetros del rostro de su amo-Crei que podría ser alguna resistencia al químico pero veo que no le dieron nada-con eso último dicho se aleja de su amo
-P-Pues dije que me dejaría vender ya que quería escapar de mi prometido-responde el conde tratando de recuperar su compostura y regañandose mentalmente por haberse puesto así por la cercanía de su mayordomo
Aunque era primera vez que le sucedía eso, pues el mayordomo siempre tenía esa osadía de acercarse tanto a él, a veces sin motivo y otras veces para hacerlo entrar en razón, pero era primera vez que le afectaba de tal forma
Por otro lado Sebastián lo mira con una ceja alzada, él desvía la mirada hacia otro lado pues podría jurar por el anillo que tenía en su dedo, que estaba sonrojado levemente ya que sentía un tenue calor en sus mejillas y no iba a poder contestar la interrogativa, que seguramente le haría el mayordomo, si lo estaba mirando
Aunque su mayordomo era una caja de sorpresas siempre
-A veces soy su tutor o su padre-le dice recordando las veces que se disfrazaron y él había adoptado aquellos papeles-Pero es primera vez que me pone como su pareja
-¿P-Pareja? -le pregunta ahora si completamente rojo, inconscientemente había volteado a él por lo que el mayordomo pudo apreciar su rostro vuelto un tomate, al ver la sonrisa burlona del mayordomo se voltea nuevamente-E-Eso fue lo que se me ocurrió, no te hagas ideas ¡y ya sueltame de estas cadenas! -dice enojado tirando de las cadenas y tratando de disimular sus tartamudeo
-Como ordene Bocchan-hace una leve inclinación y se acerca a donde estaba el menor para comenzar a soltar las cadenas con una pinza de cabello que quien sabe de dónde la sacó-Es una lástima, se ve tan bien ahí-dice de forma burlona el mayordomo recibiendo una patada en su rodilla de parte de su amo soltando una pequeña risa
-Guarda tus comentarios para ti solo-exige el conde sobándose las muñecas donde había sido atado
-¿Y bien que haremos ahora? -pregunta refiriéndose a los nobles y las chicas atadas
-Deja que la policía se encargue, nuestro trabajo ya está echo-dice mirando al rededor para ser levantado en el aire quedando en brazos de su mayordomo
-Entonces vámonos, si nos apuramos llegaremos antes de la cena-dice para comenzar a irse de aquel lugar, Ciel se forma inconsciente recarga su cabeza contra el hombro de Sebastián cerrando un poco sus ojos
-Como tu digas, estoy exhausto estos tacones me están matando-susurra sin apartarse del hombro esbelto de su contrario
-Descanse Bocchan, hoy fue un día largo para usted-le indica Sebastián pero el menor niega con su cabeza, no le insiste pues este sabia como era su amo de terco, nada que un té tranquilizante no arregle
-Ne Sebastián-le llama sin apartar la cabeza, mientras el contrario caminaba por el largo camino de tierra que llevaba a su enorme mansión
-Si? -inquiere al ver que su amo se había quedado un momento callado
-Es una orden-ante esas palabras el mayor se detiene y Ciel levanta su cabeza quedando frente a frente de Sebastián, con sus dos ojos a la vista y con el cello del contrato brillando con aquellos matices púrpuras que tenía-No te vayas de mi lado, hasta el día que reclames mi alma, nunca me dejes, nunca te alejes de mí, nunca me mientas y jamás me abandones, esa es mi orden-Sebastian algo confundido con aquella orden, -baja con cuidado a su amo para después arrodillarse frente a él con la cabeza gacha
-Yes my lord-responde tranquilamente, aunque quería saber la razón del porque de aquella orden, no estaba en sus ética el cuestionar la orden de su amo por lo que simplemente aceptó sin problema
Aunque él nunca tuvo en sus planes abandonar a su amo
Después de todo deseaba su alma con todas sus fuerzas y no se atrevería a separarse de él para que alguien más tomara posesión de algo le había costado tanto tiempo conseguir, no, no, jamás se alejaría del conde sin importa qué
Sin importar que tenga que arriesgar su propia vida
Bueno aqui se viene lo bueno, no diré nada más al respecto
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No te vayas de mi lado/Sebasciel
FanfictionA veces aunque no queramos, tememos el perder a alguien importante para nosotros, a ese alguien en quien pensamos hasta el los últimos momentos. Ese es el caso del conde Ciel Phantomhive, quien repentinamente adquiere un miedo terrible hacia perder...