Acabamos de dejar la ciudad atrás para dirigirnos a un área rural. Los paisajes son hermosos y las vacas que encuentro por el camino me hacen querer adoptar una.
"¿Elegiste el campo como un punto en tu lista? No me lo esperaba."
"Hace un tiempo vine aquí con mi clase, la Sra. Richards quería hacer un especie de trabajo de campo y nos alentó a capturar cosas que nos pareciera importante jugando con los estilos," explica. "Una serpiente me picó y todos corrieron a ayudarme, fueros las tres horas más agonizantes que había tenido."
"¿Tu lugar favorito es uno donde casi mueres?" ¿Qué tan bizarro suena eso?
"¿Sabías que cuando sientes que estás a punto de morir te pones a pensar en todas las cosas que te gustaría haber hecho o cambiar cosas que creías inalterables o que solo dejabas a un lado?" Dice con los ojos en el camino. "A partir de ese momento empecé a pensar con mayor claridad, me alejé de quien no le aportaba nada bueno a mi vida y me di cuenta de que quería pelear por lo que de verdad me importaba." Entonces es por eso que dejó el grupo de Alice y los chicos.
Me inclino hacia la ventana y siento la brisa. Mi mirada se enfoca en las noves tímidas que aparecen lentamente. "Esa es una buena reflexión," reconozco.
Llegamos a una granja bastante encantadora y saltamos fuera del vehículo.
El hombre que se encuentra en el porche regando unas plantas nos da un vistazo y se acerca. "¿Puedo ayudarlos?"
Ford lo saluda con educación. "Somos universitarios, estamos trabajando en un proyecto de fotografía y me gustaría tomar algunas de este lugar si es posible."
El hombre de barba blanca asiente no muy seguro de entender por qué elegiríamos su granja para esto pero lo acepta. "Claro, mis hombres están trabajando ahí atrás," señala. "Si planeas sacar fotos de ellos procura hacerlo rápido porque se distraen y no trabajan."
Todos compartimos una risa y le agradecemos antes de divagar sin rumbo.
"Este lugar sería increíble para un día de campo," balbuceo para mí misma. "Traería una manta, mucha comida y me quedaría para ver las estrellas por las noches."
"Eso sonó tan vergonzosamente soso," dice Ford no muy lejos de mí.
Bufo. "Es mi fantasía, no te entrometas."
Luego de pasar un largo rato hablando con los locales, nos invitaron unos buñuelos caseros y decidimos dar una última vuelta antes de marcharnos. Con el estrés de los estudios y la vida social, debo admitir que estas horas en completa tranquilidad ayudaron bastante a que recargue energías para afrontar una nueva semana.
Las nubes que antes apenas se podían ver ahora cubren el cielo por completo y no creo que falte mucho para que se desate una tormenta.
"¿Estás lista para irnos?" Pregunta el chico interrumpiendo mis pensamientos.
"Sí."
Unos truenos se hacen presentes y unos segundos más tarde la lluvia empieza a caer con fuerza. Ford me hace señas para dirigirnos al auto pero mientras corremos no puedo evitar caerme en medio de un pozo lleno de agua y lodo. Ahí va mi tierno conjunto de día de campo. Ford gira y me observa, conteniendo una risa.
"¡Deja de burlarte y ayúdame!" Exclamo resbalándome.
Extiende su mano hacia mí pero en lugar de hacer fuerza para ponerme de pie, hago fuerza para tirarlo a mi lado. Su expresión de sorpresa pronto se ve cambiada por una traviesa. No lo piensa dos veces cuando toma un poco de tierra mojada y lo arroja cerca de mi cuello. Hago lo mismo salpicando su cara y en pocos segundos somos un desastre.
Tomo impulso para salir corriendo pero a Ford le toma solo unos segundos atraparme haciéndome girar en el aire. Reímos, jugamos, casi como si bailáramos bajo la tormenta y mi mente no puede evitar comparar este momento como esas escenas de películas que veo siempre que me siento agobiada. Puedo incluso escuchar la música de fondo aun cuando el único sonido que nos rodea es el de la lluvia golpeando el suelo, el techo del auto y los truenos de vez en cuando.
De niña había soñado con un instante así, sin ser forzado o incómodo. Este momento es perfecto. El sonido de su risa, sus brazos rodeándome para evitar que escape y continúe lanzándole lodo. Su cabello mojado cayendo sobre su rostro, la diversión en sus ojos.
Mi corazón empieza a acelerarse en el momento junto en que ambos quedamos enfrentados, a escasos centímetros el uno del otro. Levanta una mano para apartar unos mechones que se desprendieron del agarre de mi coleta.
"Rosaline," susurra. Es la primera vez que me llama por mi nombre y no mi apellido. Dios, creo que es la primera vez que mi nombre suena realmente bien saliendo de la boca de alguien más.
Su rostro baja hacia el mío pero en el momento en que sus labios están a punto de tocar los míos, un fuerte trueno me hace saltar hacia atrás.
Con las mejillas sonrosadas y mi cuerpo caliente me aparto de él.
"Deberíamos irnos," comento casi sin aliento, "puede que se ponga peor en el camino si tardamos más."
Me propongo a caminar hacia el auto pero toma mi brazo y finalmente sucede.
Ford me besa.
De nuevo.
Pero esta vez bajo la lluvia.
Y como si fuese la primera vez que lo hace.
Me besa como Reese Whiterspoon besa a Josh Lucas en Sweet Home Alabama. O Ryan Gosling a Rachel McAdams en The Notebook.
Paso mis manos por su cuello acercándolo mientras sus manos se aferran a mi cintura abrazándome con fuerza. Puedo saborear las gotas saladas de la lluvia y el contraste dulce de su lengua chocando contra la mía. Sus labios son suaves y las mordidas sutiles que le da a los míos me está volviendo loca.
Jamás en mi vida pensé que Ford besaría así.
Jamás en mi vida pensé que Ford me besaría.
Elsa va a refregarme esto en la cara por mucho tiempo.
Ford se separa con delicadeza y lentitud, sopesando cada segundo de este momento. Levanta sus ojos hacia mí y me sonríe. "Ya puedes borrar eso de tu lista."
Parpadeo un par de veces. "¿Qué?"
"La lista de una romántica empedernida." Mira hacia el cielo y al ver que la lluvia cae con más fuerza me lleva hacia el auto con prisa. "Espera aquí, ahora regreso."
Tomo una respiración profunda mientras digiero lo que acaba de pasar.
El sonido de su teléfono me alerta y sin querer veo uno de los mensajes que aparecen en la pantalla. Es de Logan.
Ten cuidado, hay una alerta de tormentas en esa zona.
Sonrío al ver la preocupación de Logan pero luego leo el comienzo del mensaje anterior y esa sonrisa cae de inmediato.
¿Llevaste a Rosie a dónde te dije? Aún...
Abro el mensaje y continúo leyendo.
¿Llevaste a Rosie a dónde te dije? Aún no me contestas y temo que te hayas desviado para hacer lo que quieres, como siempre.
Te dije que llevarla a casa de sus padres iba a funcionar.
No es posible.
![](https://img.wattpad.com/cover/363776875-288-k579021.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Siempre Tú © ✔
Teen FictionA cinco meses para su graduación, Rosie planea enfocarse en sus últimos exámenes antes de salir de la universidad como una adulta desempleada. Por supuesto, nada es como uno lo planea y eso involucra a un nuevo estudiante en el campus y de quien ca...