FEMME FATALE - JENLISA G!P

CAPÍTULO 11 - BAZAR

POV JENNIE

Los gritos de sorpresa se extendieron a nuestro alrededor y habría apostado dinero que al escuchar eso la chica con cara de pecas dejó caer su teléfono. Nunca entendí por qué los humanos eran incapaces de ocuparse de sus propios asuntos. Pero comparando los pros y los contras, tengo que admitir que ver a una chica salir de la nada y decir en un tono dramático que mi cita era la responsable de la situación fue muy divertido.

Mientras yo analizaba la situación y me daba cuenta de que el número de personas a nuestro alrededor había aumentado, Lisa estaba de pie, enojada, lista para arrancarle el cuello a cualquiera que se atreviera intervenir. A pesar de la furia que hubo en su interior, la muchacha cuyo nombre entendí era Somi no parecía menos afectada de lo que estaba. Las lagrimas que amenazaban con fluir y las manos temblorosas que sostenían su vientre ligeramente redondeado con una mirada suplicante hacia Lisa. Era patético, pero mi corazón se retorcía ante la falta de humanidad de Lisa.

"Lisa, no tengo dinero y mis padres me echaron. Se supone que vine a Seúl a estudiar no a echar un polvo, ¡a la mierda! No tengo a nadie a quien acudir", gritó con voz temblorosa tratando de alcanzar a Lisa quien inmediatamente retrocedió con una mirada de disgusto en su rostro.

"Mira, todavía no entiendo por qué estás fingiendo que toda esta mierda es mi culpa, pero te estás metiendo con la persona equivocada. Así que será mejor que regreses y se lo digas a la persona correcta que te lo hizo para que pueda asumir sus responsabilidades", respondió Lisa, mirando hacia otro lado. En este momento, realmente la odiaba y quería darle un puñetazo en la cara a la bastarda por su ego, pero hackear su cuenta bancaria va ser más divertido.

"¡Pero si tú eres la que me embarazó! ¿Qué es lo que no entiendes?", gritó la pobre mujer con pálidas manos, casi desplomada en el suelo, lo que solo hizo poner a Lisa los ojos en blanco.

No podía soportar seguir viendo la escena y quedar como la puta que rompía la familia, o escuchar a la pelirroja susurrando ahora por teléfono contándole a alguien lo que estaba sucediendo en ese instante lamentaba que su teléfono no se rompiera cuando cayó al suelo, o la pareja que estaba vestida de pies a cabeza en Hermes con un aire de desdén observándonos, así que decidí hablar.

"Lisa, deberías llevar a esta chica con un doctor" en ese instante giró la cabeza bruscamente que probablemente pudo romperse el cuello. Parecía desconcertada por mis palabra mientras Somi asentía con la cabeza en señal de agradecimiento.

"¿Pero qué? ¡Está mintiendo Jane!, conozco a esta chica y ella...-la interrumpí-. Ahora, ella era realmente la peor imbécil y la gente que no puede al menos dar un poco de respeto era algo que no podía aceptar.

"Si no puedes darme pruebas de que estás diciendo la verdad, no vengas a hablar conmigo", recogí las diferentes bolsas de compras del suelo y me puse el bolso al hombro. Lisa estaba a punto de decir algo, pero la detuve antes: "Y no responderé a ninguna de tus llamadas. Si te vienes a parar frente a mi casa, llamaré a seguridad sin dudarlo", señalé.

"Jane, por favor", intentó cogerme de la mano, pero me alejé de ella antes de que me alcanzara.

"Adiós por ahora Lisa", giré sobre mis talones y di un paso firme hacia la salida del centro comercial , sin prestar atención a los grupos de chicas jóvenes que estaban de pie frente a los escaparates. Mi nombre falso resonaba en los pasillos hasta que finalmente salí del centro comercial, ya no se escuchaba su voz si no el sonido de los autos de la ciudad. Dejé escapar un suspiro de frustración, sin saber muy bien por qué, ya que comúnmente me alegraría saber que no me había equivocado en juzgar a mi objetivo. Sin embargo, no fue la satisfacción lo que prevaleció en mí, sino la decepción.