FEMME FATALE - JENLISA G!P

CAPÍTULO 16 - NEGRO

POV DESCONOCIDO

"No estaba en nuestros planes", cerró la puerta del auto y sacó su encendedor Zippo dorado para encender su cigarro. Lo miré, agarré esa cosa de mierda y la tiré por la ventana, "¡Oye!"

"No fumes en su coche"

"Él no diría nada. Además, si no querías meterte con su auto, deberías haber tomado el tuyo", resopló antes de desatar su corbata, haciéndolo parecer un nerd. Observé atentamente sus movimientos, estaba ansioso. Pude ver con sus manos temblorosas que intentaban poner algo de música. Era su lista de reproducción favorita, por alguna razón sabía por qué.

"¿Hiciste lo que te dije?" Pregunté, mis ojos todavía enfocados en el camino.

"Sí, pero ¿Por qué cambiar algunas partes de nuestros planes?" Se movió ligeramente en su asiento para mirarme. Esta vez, fue él quien me observó atentamente, tratando de descifrar lo que pasaba por mi mente.

"Porque lo quiero. No hagas muchas preguntas cuando no querías unirte a esto. Así que solo sigue lo que te digo y estaremos bien. Necesito algunos momentos para disfrutar esto y pronto, seremos ambos libre de esto", mi voz tembló hacia el final y me obligué a parpadear para secar las lágrimas que intentaban caer. Odio esas lágrimas, me debilitan y ya no lo soy, ya no.

"Escucha, haré lo que quieras si eres feliz", suspiró. Asentí, satisfecha y contenta de que finalmente abandonara el tema porque sabía que no cambiaría de opinión hasta alcanzar mis objetivos. Esas metas que las tengo metidas en mi maldita cabeza desde hace años y no es ahora, que las detendré.

POV JENNIE

Estos últimos días mis mañanas se han vuelto suaves y ligeras. El aroma del café en cada habitación del departamento hizo que mis días fueran perfectos. Es sorprendente cómo nuestras vidas pueden dar un giro. Es sorprendente cómo una persona puede tener tanto impacto en ti y te sucede cuando menos lo esperas. No me atrevería a decir que estoy cambiando totalmente mis hábitos, pero Lisa era el elemento imparable de mi rutina.

Detuve mi línea de pensamiento cuando escuché a una mujer decirle algo al hombre que caminaba rápidamente antes de desaparecer por la esquina. Podía ver la silueta y al ver la ropa, mi corazón latía rápido. Ya no era una coincidencia. Quién quiera que fuera, este hombre me estaba siguiendo y el hecho de que supiera dónde vivía hacía que la situación fuera más crítica. Mi atención volvió a centrarse en la mujer que vino a sentarse en la mesa de al lado en la terraza. Ella murmuró que la gente era grosera y ni siquiera se disculpó. Quizás el hombre que me perseguía no era tan listo, porque no es la primera vez que lo ven empujando a alguien. O su plan era hacerse notar para poder hacerme entender algo, pero ¿Qué? Mi investigación continuó aunque no me trajo mucho, pero no pararía hasta tener una idea de lo que estaba pasando. Mi primera teoría, que parece la más plausible, fue que uno de los hombres a los que manipulé había enviado a alguien para espiarme. Las letras rojas serían una forma de atormentarme y hacer de mi vida un infierno. Pero quien podría ser? Arruiné la vida de más de veinte hombres y algunos de ellos podrían ser eliminados de mi lista ya que tenía datos que confirmaban que ya no estaban. Esta información me dejó con una docena de sospechosos. Estoy segura de que lo atraparé pronto, lo puedo sentir, y tan pronto como le ponga las manos encima a ese hijo de puta, le haré pagar.

En unos minutos debía encontrarme con Lisa frente a su lugar de trabajo. Para esperarla, había decidido pasar el tiempo en el café a unas calles del lugar. Levanté la mano llamando a la camarera para que me diera la cuenta. Le pasé mi tarjeta de crédito que ella me devolvió en unos segundos. Agradeciéndole su servicio, le dejé una pequeña propina. La joven se mostró agradecida y parece que no todos fueron generosos con ella.