Con los cuerpos de mis amigos en frente mio lo único que podía hacer era orar y rogarle a dios porque nos ayudara, pero hasta ese momento... dios nos había abandonado...
Pasamos unos minutos llorando en silencio pues otra ves todo parecía perdido. Hasta que tocaron la puerta, con miedo a ser devorados preguntamos al extraño "¿Quien eres?"
-¡Abridme!, ¡soy el dueño del campamento, un monstruo devoró a mi esposa!
Como en "el diario" dice que los monstruos no pueden hablar lo dejamos pasar, parecía muy cansado de tanto correr, su ropa estaba llena de polvo y su cabello echo un desastre...
-¿Cómo llegaron aquí?
Preguntó jadeando...
-Nuestros amigos se han sacrificado por nosotros y esos dos de atrás murieron por confiar el uno en el otro.
En cuanto vió los cadáveres se arrastró de espaldas a una pared.
-¿Sabes algo de esos monstruos aparte de lo que dice este libro?
Lo miré con una cara amenazantemente a lo que el me respondió con una mueca de pánico...
Agarré la escopeta y le apunté.
-Dime o te mato...
-Está bien, no necesitas recurrir a la violencia...
Yo sé quien escribió ese libro...
Fue mi hermano, el era una persona muy mala, abandonó a su familia solo para ponerse a experimentar, mató a mi madre probando el suero que convierte a animales y personas en monstruos...
Las personas parecen normales pero pueden cambiar su cuerpo, la única manera de acabar con esos monstruos es perforando su cerebro, ya que se regeneran con el paso del tiempo...
También sé que tienen un rey, ese es el monstruo con mayor conocimiento, sabe hablar, leer, escribir, todo lo que haría un humano...
El vive en el bosque que está en esta ciudad...
-¿Por qué tienes este campamento sabiendo que ocurren masacres?
-No me has dejado terminarlo chaval...
Mi hermano me amenazó en convertirme en una "bestia" si no colaboraba con el. Me dijo que estos monstruos también deben vivir, para devorar a lo que está acabando con el planeta, los humanos...
-¿Por qué las bestias pierden la mayoría de sus conocimientos?
-Es el suero, mi hermano me explicó que el suero fortalece los músculos y hace que se puedan cambiar los caracteres genéticos de las células, pero tiene una reacción adversa, mata lentamente las neuronas donde se almacenan los recuerdos, pero no toca otras regiones del cerebro, por eso los reflejos incondicionados como respirar, caminar, correr, entre otros no se olviden...
-¿Eso es todo lo que sabes?
-Me falta una cosa por contarte, el suero es altamente contagioso, si en una herida cae una got...
-Eso ya lo sé...
Lo interrumpí porque sigo sin fiarme de él...
-¿Tienes algo con lo que pueda defenderme?
-Pues son sensibles con las luces fuertes, así que toma esta linterna, así vas a ahorrar las balas de la escopeta... Pero, ¿me puedes hacer un favor?
-¿Que quieres?
-Podrías apagar esa luz. Señaló a la lámpara que tenía la recepción...
-¿Te molesta?
-Un poco sí... es que quiero dormir
-No te preocupes, ya nos vamos, así que no te molestará más...
Agarré nuestras cosas y apagué la luz para que ese hombre pudiera dormir...
Abrimos la puerta y íbamos en fila, yo delante, Stephanie detrás mio y por último Mary...
-¿No te parece raro ese hombre?
Preguntó Stephanie...
-Déjalo ya, si era un poco raro pero eh visto gente más rara.
¿Y tú que opinas Mary?
-...
-¿Mary?
Volteé mi mirada y detrás de Stephanie vi a Mary, con las manos en una extraño objeto punzante que le atravesó el abdomen, con la boca llena de sangre pero una sonrisa en el rostro me dijo "adiós... amigos..."
Esa cosa se transformó en una mano que la jaló hacia atrás cayendo en el brazo del extraño hombre, todo su cuerpo era normal excepto su mano que cambiaba de forma, pero no pasó mucho hasta que Stephanie gritó del miedo y este la agarró de una pierna con su otra mano cambiante...
-¿No te parecía extraño?
Yo soy su rey... Soy quien los controla...
-¡Suéltalas!
-Podemos negociar pequeño Jeremy. Te entregas a mí y no le haré nada a tu amiguita Stephanie.
De lo contrario le daré un beso de amor que la convertirá en un monstruo igual que tu amigo.
Así que elige, tú... o ella...
En ese momento todo me daba vueltas. ¿Enserio me sacrificaría para salvar a Stephanie?
Todo los momentos que pasamos juntos se me vinieron a la mente...
Cuando comenzamos el cole y nos vimos por primera vez... Cuando la invité a un helado y tuve que darle el mío porque el suyo se le había caído al suelo... Cuando nos tocó exponer juntos... Cuando salimos a pasear en bicicleta... E incluso los momentos malos, como cuando vimos morir a Otis enfrente nuestro... O cuando la vi llorar por la muerte de Edwin... O la muerte de su mejor amiga enfrente suyo, devorada por otro de sus amigos...
ESTÁS LEYENDO
Esa semana de agosto
FantasyUn chico llamado Jeremy cuanta la historia de cuando la vida le cambió por entrar en el campamento del pueblo de Potsfiel. Es una historia de terror y suspenso inspirada en lo que me aterraba cuando era más pequeño, los grandes dientes de las besti...