Manjiro no se había comunicado con el por semanas, ni siquiera un miserable mensaje de texto. Keisuke no sabía que es lo que estaba tramando y porqué le estaba tomando tanto tiempo.
Había logrado escapar del improvisado secuestro al que Mikey lo sometió y se apresuró a buscar a Chifuyu, se disculpó apropiadamente y para su fortuna el rubio lo perdono por abandonarlo en la tienda de conveniencia, pero lo había hecho comprar más peyoung yakisoba a cambio de su perdón. Baji había accedido gustoso, haría cualquier cosa para que Chifuyu lo perdonara.
Estuvo ansioso todo ese tiempo, esperando un mensaje o una llamada de Mikey pero no hubo ni una sola señal de vida de su amigo. Trató de llamarlo, por supuesto que lo hizo, pero sus llamadas eran rechazadas y cada uno de sus mensajes era ignorado.
Trató de no darle importancia, pero no podía arrancar del todo esa espina, tenía la leve sensación que Mikey lo sorprendería con alguna ridicules justo cuando menos lo esperara. Y por eso insistía tanto en contactarse con el, al menos quería estar preparado para la probablemente vergonzosa idea de Mikey.
Estaba tan nervioso y distraído que aquella tarde no notó lo distinto que estaba actuando Chifuyu, lo demasiado cerca que estaba de él cuando ambos decidieron que salir al balcón a ver el atardecer era una buena idea. Estaba tan ensimismado que cuando Chifuyu se le confesó no lo había escuchado muy bien.
–¿Qué? –preguntó confundido, había escuchado vagamente la voz de Chifuyu decirle algo, pero no alcanzó a entender lo que decía.
Rojo como un tomate Chifuyu lo repitió una vez más, esperaba que Keisuke no le pidiera decirlo una tercera vez porque estaba seguro que podía desmayarse debido a la pena.
–Me gustas Baji-san.
No podía estarle pasando esto, Chifuyu no podía estar confesando su amor mucho antes que él. Se suponía que Mikey lo ayudaría, nada de esto era parte del plan. ¿Dónde mierda estaba Manjiro en estos momentos?
Rogaba los Dioses porque su celular sonará inesperadamente y que fuera Manjiro quien le dijera que todo eso que le había tomado tanto tiempo estaba listo.
Pero no fue así, Keisuke sabía que no tenía tanta suerte.
–¿No vas a decir nada? –preguntó el rubio –si vas a rechazarme también tienes que dirigirme la palabra.
Tenía que ir en busca de Mikey, su plan estaba tomando más tiempo del permitido. Chifuyu tenía que comprender que aún no era tiempo.
–Aún no estoy listo Chifuyu –respondió caminando hacía la puerta –nos vemos mañana.
Escapar fue la mejor idea que se le había ocurrido.
Se dirigió a la casa de Manjiro para reclamar por no responder las llamadas y mensajes que estuvo enviando como psicópata todo este tiempo. Pero lo único que obtuvo fue lo mismo que recibía al llamar o mandar mensajes a su amigo, nada. Absolutamente nadie salió cuando casi tira la puerta de la casa. Aquello sólo lo molestó aún más.
Cuando estuvo en su casa mandó un último mensaje a Mikey donde le advertía que le daba máximo tres días para poner en marcha su estúpido plan. En este punto Baji no sabía porque seguía confiando en Manjiro.
Esta vez su mensaje tuvo una breve respuesta.'Esta casi listo, será más pronto de lo que crees'.
Keisuke arrojó su teléfono al leer la respuesta, esperaba que fuera verdad.
El día siguiente fue extraño, había buscado a Chifuyu como todos los días sin embargo, el rubio se comportaba distante con el. Trataba de entenderlo después de todo había huido segundos después de su confesión.
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DESPAIR//BAJIFUYU♡
Fanfiction¿Como es que habían llegado a esta situación? ¿No lo sabes? permíteme contarte... *Bajifuyu. *La Toman existe pero no es relevante. *Los personajes de la historia le pertenecen a Ken Wakui.