Noviazgo por conveniencia (+18)

14 - Un Gran Honor

⚠️Este capítulo contiene escenas explícitas ⚠️

El hombre frente a mí sacaba lados de mí que ni yo misma conocía, él había sido mi primera vez en muchas cosas y sin ser muy explícita era mi primera vez en lo sexual y con ello en todas las posiciones y fantasías que podíamos llegar a imaginar.

Comencé a ponerme de rodillas y quedaba a la altura perfecta, pero cuando iba a bajarle el pantalón me detuvo.

Jin: no tienes que hacerlo, tienes la cara roja y algo me dice que no es por deseo.

Tn: quiero hacerlo, si estoy así es porque estoy avergonzada, nunca he hecho algo como esto, pero quiero experimentar, quiero volverte loco - me tomó de la mano y me ayudó a levantarme.

Jin: tú ya me vuelves loco sin hacer este tipo de cosas, no quiero que te sientas obligada a hacerlo.

Tn: ¿no te gustaría? - pregunté con timidez.

Jin: ¿bromeas? Me muero porque esta boquita - acarició mis labios lentamente - me pruebe completo, pero no si te avergüenza o te hace sentir insegura.

Tn: no se trata de eso, sólo me avergüenza no saber hacerlo, pero quiero aprender, quiero darte todo el placer posible.

Jin: no quiero obligarte a nada... Lo de ponerte de rodillas no lo decía con esa intención.

Tn: no me estás obligando, porque yo fui quien lo propuso... Déjame hacerlo, o al menos intentarlo, si no te gusta me detienes y hacemos otra cosa o si a mí no me gusta seré sincera y te lo diré.

Jin: bien, pero sólo quiero que lo hagas si realmente estás segura - era un caballero y me encantaba.

Volví a tomar mi posición anterior y esta vez sí pude continuar con mis planes, bajé su pantalón junto con su bóxer y estaba tan cerca suyo que su miembro golpeó mi cara, algo que hizo reír a Jin y a mí me hizo sonrojar, pero también me pareció divertido.

Al principio sólo lo tomé en mi mano y comencé a masturbarlo, era tan satisfactorio escucharlo jadear por los movimientos de mi mano que me hubiera encantado seguir así, pero mis planes para esa noche eran otros.

Me fui acercando un poco insegura y por fin lo hice, mi lengua recorrió lentamente desde su base hasta la punta, haciendo que gritara mi nombre, algo que me encantó.

Mi lengua seguía jugando con aquella rosada punta y él sólo apretaba sus manos tan fuerte que sus nudillos se pusieron blancos en seguida.

Cuando tomé la valentía suficiente comencé a meterlo a mi boca, era tan grande que a penas y cabía en ella, pero haría mi mejor intento aunque durara varios días con dolor en la mandíbula.

Poco a poco fui metiendo y sacando su gran miembro, o al menos lo que me cabía, mientras de fondo se escuchaban sus gemidos y el vacío que hacía su pene en mi boca al entrar y salir, no era experta en esto pero sabía que lo estaba disfrutando.

De un momento a otro me tomó del cabello y comenzó a mover su cadera, penetraba mi boca con rapidez y yo sólo intentaba no ahogarme pues entre la excitación y lo mucho que me llenaba era complicado respirar.

De pronto se quedó quieto, pero me sujetó con fuerza y se mantuvo dentro, me provocó unas cuantas arcadas y salió de golpe.

Comenzó a masturbarse frente a mi cara, la vista que tenía desde esa perspectiva era inigualable, ambos nos vimos a los ojos en todo momento.

No hizo falta mucho para que por fin terminara y llenara mi rostro entero de sus fluidos mientras gritaba mi nombre y su respiración salía como si hubiera corrido una hora continua.