"Primeramente que ondas, les voy a acabar esta por que la piden mucho, pero primeramente, la historia se quedara narrada desde el punto de vista de Jeff por que, le quiero dar más protagonismo en esta vida, segundo, mi forma de escribir ha cambiado, montones, Dios mío, ¿que tenía en la cabeza esos años? Así que les va a gustar más, menos vulgar, pero más erotico y aparte ¡mas largos!. tercero, andamos trabajando en más fanfics pero, ¡ya basta de historias sin terminar! Así que las terminaré primero y después publicaré, siempre leo todos los comentarios así que, ¡nos vemos ahí!."
Me despierto con el sol dándome en la cara, cuando levanto la vista veo todo mi cuarto movido, limpio, recogido, las cortinas negras que había conseguido abiertas de par en par.
—Que coño...— me susurre y traté de adaptarme a la luz en la habitación, para toparme con Liu que limpiaba como enfermo — ¿que mierda estás haciendo a esta puta hora Liu?—. Barría sin parar y solo me miro tres segundos para seguir.
— es día de limpieza, ya sabes.— torcí los ojos y me estire en la misma cama para después levantarme y rascarme la nuca mientras me encamino al baño.
— todos los días es limpieza contigo.— una vez dentro me mojo la cara y me pongo una playera que aun es usable para al final lavar mis dientes.
Bajo al primer piso y Nina ya está en la cocina comiendo mientras ve el teléfono, entro, tomo una taza y me sirvo algo de café tratando de ignorarla por completo, reviso mi teléfono y veo que aun no tengo respuesta de Jane, ¿seguiría dormida?, tomó un gran sorbo y siento como unas cuantas gotas caen de mis mejillas por mi sonrisa.
—Liu acaba de limpiar y ya estás ensuciando.— dice detrás de mi, tuerzo los ojos a su molesta voz, guardo el teléfono y le miro.
—¿sigues molestando?— negó y rápidamente quedó sería, ¡que estupida niña!.
Camine a la sala y me senté mirando a la nada por unos momentos, pensaba seriamente si ir al departamento o quedarme en casa y esperar a su mensaje; Liu baja con sus cubetas y escobas para dejarlas a un lado y tomar una gran bocanada de aire.
— escúchenme bien ustedes dos, quiero que esta casa dure así mínimo hasta el fin de semana o los voy a matar.— se sienta a mi lado y me quita de mi café — ¿cuál es el plan para hoy?—, niego sin verlo y me encojo de hombros.
— ninguno, quiero... descansar.— noto unos pantalones sobre el sofá y me los pongo para encaminarme a la puerta y ponerme los converse.
— ¿entonces a donde vas?, si meto a lavar tu ropa ya sabes cuánto te cobro.— asiento y me encamino al segundo piso para tomar mi cartera y una sudadera junto con un cubrebocas.
—eres una perra llorona.— le lanzo una cantidad de dinero y salgo sin darles más explicaciones.
Me encaminaría hasta el edificio de Jane para verla, no podía esperar, sentía un ardor en el estomago por que era una urgencia el verla, sentirla, o hasta el simple hecho de estar a su lado. Sabía lo que Jane quería, sabía su plan para irse de la ciudad y olvidar su pasado, sabía que yo soy parte de ese pasado, a lo largo de nuestra "secreta relación" me lo ha dicho millones de veces, no se quedará; y su conversación con Masky me hizo temer por primera vez de que encontrara a alguien más y me la arrebatara, me aterrorizaba el hecho de jamás volverla a ver, de que ni siquiera en su nueva vida se molestara en pensar en mi, ¿que haré sin ella?, ¿seguiré atorado en la misma rutina sin avanzar?, no podía lograr más, mi rostro estaba jodido y todos sabían ya quien era, el día de mañana no podía ir y encontrar un trabajo como cualquier otra persona para proveer al hogar, proveerle a ella, o a un bebé o perro, lo que fuera que ella quería.
Toco la puerta del departamento y al no tener respuesta, saco la llave que tengo colgada al cuello y la abro para entrar y volverla a cerrar detrás de mi, hacia un calor asqueroso así que me quite la sudadera y agite mi playera tratando de refrescarme un poco.
—¿Jane?—. Pregunté a secas y sin respuesta alguna.
Me adentré aún más a la habitación y ahí estaba justo como la había dejado anoche , solté una pequeña risita y me senté a su lado en la orilla de la cama acariciando su espalda, reaccionó al tacto de manera lenta y sin moverse abrió sus ojos con dificultad hasta verme y sonreír.
— buenos días.— dice con una voz ronca, se talla los ojos y se sienta con la sábana cubriendo su cuerpo —¿te quedaste a dormir?.— negué sin quitar mis ojos de su rostro.
—no, ya se que no me puedo quedar, acabo de llegar, no contestabas mis mensajes y pensé que moriste de un coma etílico.— me da un golpe en el hombro y me levanto dándole acceso al vaso de agua que toma de golpe.
Me acerco a su closet y le entrego su bata de seda que se pone después de tomar agua y va al baño para refrescarse un poco, yo me encamino a la cocina y me siento en la barra esperando por ella dejando hervir el agua por que se que le encanta tomar café todas las mañanas sin excepción. Sale después de unos minutos y sonríe en respuesta al gesto, la miro servirse y prepararse el café, estaba indeciso si ser el primero en decirle el problema con Masky, mi dedo índice golpeaba la madera de la barra al mismo tiempo que mi pie en punta se movía con rapidez.
—¿tú quieres uno Jeffy?—. Me saca de mis pensamientos unos segundos y le sonreí negando.
— acabo de tomar uno.— amaba cuando me decía así, significaba que estaba de un muy buen humor, lo que era raro ya que después de tomar, normalmente maldecía y odiaba a todo el mundo, pero por alguna razón hoy no era así, incluso tarareaba melodías y parecía relajada. — ¿por que fuiste con esos imbeciles anoche?.— vino hacia mi para sentarse en frente y darle un sorbo a su taza.
—pues, ¿por que no?—. Dice sin preocupación, lo cual es irritante.
— ya te había dicho que ese idiota de Masky tiene más intenciones contigo y mira lo qué pasó, ¿y si te hubiera drogado?—. Torció sus ojos y soltó una risita, acerca su mano y pellizca la punta de mi nariz.
— pero llegó mi caballero a salvarme, todo estaba bajo control.— me aparte y fruncí el ceño.
— no quiero que trabajes más con ellos, te he dicho que yo te doy lo que necesites.— suelta otra risa mientras niega y me hace molestar aún más.
— ya casi tengo el dinero que necesito para irme, ya tengo cita para mi nueva papelería...— arrugue la nariz y mire a otro lado evitando soltar un comentario que la molestara — es en lo único que puedo trabajar hasta que me largue de aquí.—
— yo no quiero que te vayas.— solo me miró y suspiró profundamente.
Antes de que haga un comentario, suena el timbre de su puerta y corre a abrir mientras mis ojos la siguen, solo escucho la palabra paquete y que debe firmar de recibido, se da la media vuelta y deja ver un ramo de flores y cierra la puerta con su pie, regresa a mi y deja el ramo sobre la barra para ir al refrigerador, veo el ramo, asqueroso, tomó la nota y la leo.