Two

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Narra Jeff.

Baje rápido mientras acomodaba mi cabello y abrochaba mis pantalones. Al levantar mi mirada me encontré con Nina y Liu en la cocina con bolsas negras llenas de probablemente, cosas valiosas.
— ¿qué hacías arriba?— pregunto Liu mientras Nina corría a colocarse al lado mío.
— daba un vistazo.— dije a secas mientras secaba mi sudor con la sudadera.
— pues, déjame contarte que nos encargamos de cinco casas cada uno, yo fui la que más joyas tomó, Liu se encargó de las cajas fuertes y bolsos.— le quite a Nina una liga de su muñeca y me recogí el cabello con ella. Aún tenía calor, aún quería estar adentro de Jane, cogiéndola hasta venirme unas veinte veces más. —¿te sientes bien Jeff?, te noto algo raro.— dijo sacándome de mis pensamientos.
— estoy bien, ¿deberíamos irnos ya?— Liu me miró extrañado y se acercó a mí.
— ¿no olvidas nada? — mire el techo y comencé a tocar todos mis bolsillos, olvide mi cuchillo.
— subiré rápido, los alcanzo.— subí las escaleras a toda velocidad y entre nuevamente a la habitación, Jane ya estaba cambiada, fumaba un cigarrillo mientras miraba por la ventana, la luz de la luna iluminaba tenuemente su piel pálida, me lamo los labios y me prometí resistir, mire a todos lados en busca de mi cuchillo.
— ¿buscabas esto?— la mire, tenía mi cuchillo en sus manos, ella y él se miraban tan bien juntos.
— ¡regrésale su cuchillo zorra!— Nina estaba detrás de mí, por un momento me sorprendí, pero actúe de forma que pensaran que apenas me la había encontrado.
Jane rió y giró su cuerpo hacia nosotros mientras exhalaba la nicotina de sus pulmones y jugaba con mi cuchillo.
— que venga por el.— Nina tenía intenciones de abalanzarse hacia ella pero la detuve, en eso apareció Liu pero igual le detuve el paso.
— yo voy.— me acerqué con paso firme a ella mientras una sonrisa pícara se formaba en sus labios al mismo tiempo que en los míos.
Me acerqué lo suficiente, dio el último toque a su cigarrillo y el humo lo lanzó a mi cara, se rió y colocó el filo sobre mi cuello para después susurrar con un rostro y tono de voz que me encendían.
— es muy peligroso que olvides tus objetos afilados en manos mías.— me reí en voz baja y tome el mango del cuchillo con intención de tocar su mano.
— tengo otro mejor que puedo olvidar en tu boca.— susurre igual mientras ella soltaba mi cuchillo y me miraba con ojos desafiantes — pero ya quedará para otra noche.— bese el metal del cuchillo y lo acerqué a sus labios, pero en vez de besarlo, como lo esperaba, lo lamió, y juro que pude ver mi falo en lugar del cuchillo. — Dios.— me di media vuelta y baje la cabeza para morder mis labios mientras me alejaba de ella.
Salimos de esa casa y volvimos a nuestro dulce hogar, o por lo menos, así lo vemos nosotros tres.
Nos encontrábamos en la "sala", si es que se le podía llamar así, ya que estaba destrozada; contábamos las cosas que habíamos recolectado y ver cuánto dinero deberíamos de tener.
— diablos, estaba tan de buen humor y tuvo que llegar esa inútil.— se quejaba Nina mientras afilaba sus cuchillos.
— ¿qué es lo que tanto te dijo?— pregunto Liu mientras miraba a detalle un collar con piedras preciosas.
Trague un poco de saliva y seguí observando unos aretes de oro.
— lo de siempre, solo recordándome que me odia y que no olvide mis cuchillos.— parecía sospechar, pero no tenía de que preocuparme.
— ella parece una fruta, ¿no crees?—
— ¿perdón?, ¿fruta?— baje los aretes y lo mire confundido.
— entre más madura más deliciosa...— Nina se quejó y se levanto enojada para ir al baño. — ¿tiene treinta y dos, cierto?, es un año menor que yo.— asentí y seguí en mi analización.
— deberías buscarla para que salgan juntos antes de que se te deje de parar.— río y tomó un trago de su cerveza.
— aunque la odies, ¿no sientes ni siquiera un poco de atracción sexual por ella?— todas las noches la hago gritar mi nombre.
— ni un poco.— se rasco la entrepierna para después cruzar las piernas y suspirar con una sonrisa en los labios. Maldito seas. —¿qué piensas?— me estaba poniendo los pelos de punta.
— nada, solo pensamientos que tengo cada que la veo. En fin, me iré a dormir, descansen.— pues siempre seguirán siendo pensamientos por qué jamás la tocaras.
   En eso aparece Nina y se sienta, le da un trago a mi cerveza pero se la arrebató de golpe.
          — no soporto cuando hablan de ella.— me reí un poco y tome otra joyería. — solo deberían matarla y ya no tendríamos encuentros como este.—
         — escucharas de ella, y jamás la mataremos, aunque no te guste ella es parte de nuestra podrida "familia", ya te explico Liu que es lo único bueno de nuestro pasado.— Nina se cruzó de brazos y antes de que se quejara volví a hablar — deja de quejarte por favor, si no, la única muerta y destrozada aquí, serás tú.— me enojaba el que hablara así de ella, jamás la conoció, no tiene por qué odiarla.
          — lo siento, lo siento, no te alteres, hasta pareciera que estas...— me levante de golpe haciéndola callar, arroje la joya al suelo creando un feo ruido.
          — ¿enamorado?, por favor, no me salgas con estupideces. Te quemaré nuevamente y ojalá que así tus dos neuronas funcionen bien.— me acerqué a ella y empuje el sofá individual donde ella se encontraba sentada hasta que topo con la pared, me miraba con horror.
          — ¡Jeff por favor, lo siento!— la tome del cabello y justo cuando me encontraba por arrastrarla fuera de la casa, nuevamente aparece Liu.
         — no me dejan dormir, carajo, si van a pelear váyanse a otro lado.— la solté de golpe y bufé frustrado, ella comenzó a llorar, aún con sus diecinueve años sigue siendo una niña.
  Tome mi cuchillo y salí, debía calmarme o de verdad la mataría, yo la metí en esta "familia" así que debo cuidarla y guiarla hasta que me pueda deshacer de ella.
     Buscaré a Jane, aún que sé que estará ocupada. Me las puedo ingeniar para hacerla venir a mi.
   

XXX SECRET. (Janeff)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora