Hermanos

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Décadas atrás una guerra se desato sobre el continente, todas las razas peleaban entre sí buscando el poder y dominio de este, demonios y deidades se asesinaban entre sí sin piedad, llevando consigo la destrucción de todo el continente, aquellos que no poseían un poder morían por aquellos encuentros, los más frágiles que en ese entonces eran los humanos que trataban de vivir desapercibidos, escondidos, al pasar el tiempo en aquel baño de sangre nació un ser humano capaz de usar magia.

Esto causó molestia en los demonios que trataban a los humanos como esclavos, las deidades por su parte lucían sorprendidas de que tal talento naciera, los demonios al ser cegados por su envidia asesinaron uno por uno a los humanos, tanto fue el dolor que sintió la humanidad que aquellos que poseían aunque sea un poco de poder se alzaron y lucharon para proteger a los suyos, la diferencia era muy grande, muchos perdieron su vida.

El destino es  tan extraño e incierto durante la batalla una deidad se apiado de ellos, a sus ojos la luz que irradiaba aquel ser era deslumbrante, tras conocerse la deidad apoyo los deseos del ser de la tierra, quien pensaría que tal alianza se convertiría en el comienzo de todo.

- entonces que paso después? - pregunto un pequeño niño

Unas pequeñas miradas se posaron en la joven que estaba sentada frente a ellos, una cálida sonrisa se dio para ellos mientras cerraba el libro en sus manos.

- la tierra empezó a perecer por la guerra que seguía, tanto demonios como deidades no retrocedían, más un nuevo peligro cambio todo... aquel humano que desafío las leyes cayó en la oscuridad y acabó con la mitad del continente

Los niños se escondieron a tales palabras mientras se abrazaban entre sí.

- tanto deidades como demonios decidieron una alianza para terminar con aquel ser, tras acabar con el ser maligno ambos bandos entendieron que al tener poderes debían proteger a los más débiles y fue asi como se crearon los cuatro reinos.

Los niños al escuchar el final sonrieron entre sí, más la joven poso su mirada en el libro de sus manos.

- "después de todo necesitaban un antagonista para que ambos bandos se aliaran"

Miro tristemente el libro mientras lo dejaba en el estante, el timbre de la escuela llamó su atención.

- bien niños, todos tomen sus cosas y vayan a casa

Los pequeños asintieron mientras guardaban sus cosas y se marchaban.

- quien diría que se te daría tan bien cuidar niños

La joven de cabello oscuro alzo su mirada al reconocer esa voz, al ver la silueta de otra joven con ojos dorados al lado de la puerta sonrió.

- Tara, llegaste

La joven mencionada se acercó a ella y la abrazo inmediatamente.

- a que te di una gran sorpresa Alice – dijo Tara

- si, estoy muy sorprendida – respondió la joven mientras la miraba de pies a cabeza – al parecer el viaje te sentó muy bien.

- Ni lo digas – dijo suspirando Tara – si Leo vuelve a llevarme a un caso fuera de la ciudad, me negare rotundamente – escucho una pequeña risa de parte de su amiga a sus palabras – lo digo enserio!! No pude dormir bien por tres días

- Aunque digas eso, estoy segura que iras de nuevo con él – dijo Alice mirándola.

Tara mantuvo silencio mientras miraba alrededor, Alice por su parte tomo sus cosas y camino a la puerta del salón, al notar la curiosidad por el salón de su amiga sonrió.

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