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at: minúsculas a propósito!!

Alejo Véliz, un chico de 26 años que trabaja en una oficina junto a sus amigos, no es bajo, unos 1,86 bien proporcionados

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Alejo Véliz, un chico de 26 años que trabaja en una oficina junto a sus amigos, no es bajo, unos 1,86 bien proporcionados. Es fan del club Rosario Central, y obvio, es de Santa Fe, pero vivía en la capital de Buenos Aires.

nunca le llamaron la atención las mujeres, y aunque tuvo algún que otro noviazgo, no podía sentir más para luego aburrirse rápidamente. Y también había probado con unos chicos, fue ahí donde pudo saber cuál era su orientación.

podría decirse que era abiertamente homosexual, de hecho, sus amigos también lo eran, siendo estos pareja.

vió por la ventana de su oficina una grande nube negra, " ésta noche lloverá fuerte", pensó

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vió por la ventana de su oficina una grande nube negra, " ésta noche lloverá fuerte", pensó. Recién eran las seis de la tarde, y él salía a las ocho.

casi a la hora de finalizar con su horario laboral, empezaron a caer pesadas gotas de agua, haciendo que se escuchase aún más por los techos. Sumado a eso también estaba un fuerte viento, azotando los árboles a los alrededores y alguna que otra ventana, afortunadamente no hubo destrozos. Rápidamente agarró todas sus cosas para ya irse a su casa, estaba cansado y era un viernes, por fin. El fresco viento golpeó si cara, soltando un respiro profundo, inhaló todo el oxígeno renovado, sintiendo sus pulmones llenarse nuevamente.

llegó a su auto, como vivía solo y la paga era extremadamente buena, podía darle sus lujos. Lo puso en marcha y activó los parabrisas, la tormenta había parado un poco, pero seguía lloviendo. A él le encantaban los días así, fresquitos y con lluvia, se sentía en paz y tranquilidad, y más cuando era un viernes o fin de semana, podía quedarse en su casa comiendo pochoclos mientras ve alguna que otra serie en Netflix.

al llegar a su casa, estacionó en la vereda, pero por la luz que había pudo notar una caja un poco mojada, se acercó cuidadosamente a ella, notando que se movía abrió las tapas que la cubrían.

miau

logró escuchar, era un gatito marrón chiquito, nunca había visto uno de ese color, el felino lo miró, como pidiéndole que lo salve, que lo ayude. Alejo observó como éste estaba temblando, y cómo no, si hacía un frío de la mierda.

gatito marrón | soulizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora