¬| alejo vuelve a su casa después de una fuerte tormenta, pero grande es su sorpresa a darse cuenta que tiene un gatito esperándolo en su puerta.
au!¡ híbridos
smut and fluff
capítulos no muy largos
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
los jadeos no se hicieron esperar, el mayor tocaba sin piedad el delicado cuerpo abajo suyo, marcándolo, haciéndole saber de quién era. Matías no se quedaba atrás, gemía con cada toque proporcionado que su novio le daba. Lo hacía tan bien que deliraba.
Alejo bajó su cabeza al cuello del menor, comenzando con leves chupones y terminando con muchísimas marcas que tendrían un color verdoso después. Soltaba leves suspiros que calentaban más al azabache, obteniendo un pequeño (grande) problema en sus pantalones.
la boquita de Matías quedaba justo en su oreja, quien sin descaro alguno emitía sonidos guturales y bastante agudos, su entrepierna le dolía, mierda, sí que lo hacía.
pero esta vez quería ver... probar algo diferente, algo mucho más exótico entre ellos, uno mucho más íntimo que cualquiera, pero que ambos lo disfrutasen.
desendió hasta el pecho blanquecino, dejando marcas a su paso hasta encontrar los dos botones rosas, metió uno a su boca, saboreandolo, moviendo su lengua en círculos y algunas veces tirándolo. Matías agarraba con fuerza su pelo, pegándolo más a sus pectorales.
suspiraba contra el oído ajeno, causando escalofríos en el cuerpo de Alejo, que cada vez iban levantando un bulto en sus pantalones, el sofocante ambiente los mantenía calientes, el morboso sonido de sus pieles chocando, el chapoteo interminable de sus bocas unidas, la tenue luz que alumbraba algo de todos sus actos. Era demasiado para cualquiera que vea.
de un momento a otro el mayor posicionó a su novio encima de sus piernas, sacándole todo tipo de prenda que impida tocarlo, la perlada piel era mágica, algo de que nunca se iba a olvidar. Podría tocarlo suave y de igual manera se marcaría en ella, una de sus cosas favoritas.
pero Matías estaba desesperado, quería sentir el toque de su novio en su cuerpo delicado, no le importaba si lo rompía, estaría satisfecho, él y su parte animal lo pedían, lo rogaban. Aunque en ésta vez, quiere algo más que un simple sexo, quiere uno donde lo haga delirar de placer, donde quede seco de tanto correrse.
- a-ale...- dijo, el mencionado levantó su cabeza, mirándolo. - por favor, ¿podes... podes ser más bruto h-hoy? me portaré bien...-
el poco autocontrol que le quedaba se fueron rapidísimo, no imaginó nunca que él le pidiera eso, pero no se quejaba para nada. Con fuerza lo agarró de sus tonificadas piernas para luego levantarse con él encima. Lo sostenía de los muslos, clavando sus dedos en la tersa piel.
rápidamente lo empujó contra una pared cercana, con fiereza besó sus labios carnosos, los cuales eran imposibles de resistir, creando una guerra de dominancia, que obviamente ganó el mayor; dejando sin aire y con unos labios muy hinchados a Matías.
