Abrocho el último botón de mi camisa.Me doy media vuelta para mirar mis laterales, enfrente del espejo, y me gusta lo que veo.
Estoy lista.
Lista para mi primer día en la oficina de la familia Villalba.
Resoplo en mis adentros y me convenzo a mi misma que puedo con esto y con mil cosas más.
Echo un vistazo a mi reloj de cuarzo.
08:40
Perfecta hora para salir de casa y no llegar tarde.
Bajo las estrechas calles para ganar tiempo e ir a por un café.
El ruido de las bocinas de los coches, y los niños inundan las calles. Es hora punta para entrar a trabajar o ir a estudiar.Llego a la cafetería más cercana de la oficina, Café Mendoza, una de las cafeterías más antiguas y mejor valoradas de la ciudad de Córdoba. He de decir que muy pocas veces he llegado a este punto de la ciudad para poder saborear sus cafés, pero por lo poco que he estado, siempre me ha gustado la dedicación y el detalle de su presentación en una simple taza de café.
Es un lunes, y muchos de nosotros queremos empezar el día con un buen café, para poder despertar y espabilar de la somnolencia de un primer día de la semana, después de un finde de descanso.
Entrego mi billete al barista, y me fijo que está leyendo mi acreditación colgada.
—¿Trabajas en Amanecer?—.Pregunta el barista devolviéndome el cambio.
—Si...Bueno es mi primer día.—Sonrío de lado y ladeó la cabeza.—¿La conoces?—vaya pregunta más tonta, claro que la conoce, es una de las empresas de Marketing y Publicidad más famosas de España y número 1 en el ranking de mejores anuncios publicitarios vistos en la televisión española.
—Claro, ¿sigue trabajando ese tal Álvaro?—me pregunta convencido.
Mi cara muestra una expresión de desconocimiento y me quedo esperando para retener más información.
—Ya lo conocerás, o ya no, espero que ese hijo de puta esté pudriéndose en la puta cárcel.—Murmulla esto último en voz baja, pero logro escucharlo perfectamente.
—Que tenga un buen día.—Doy media vuelta y salgo de la cafetería haciendo caso omiso al comentario de aquel trabajador, con mi café en mano, y con la duda de quién ese tal Álvaro y porque acababa de hablar mal de él, ese barista.
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MIS GANAS TIENEN ALAS
Teen FictionDespués de encontrar un trabajo con un buen puesto, Aaron aparece para hacer de su mundo pedacitos de cristal. Lo que para ella era un nuevo comienzo en su vida profesional, para él es el inicio de un incendio interior que va a dejar a ambos devast...