Peachy smell ✧ KookTae

OO9

Decir que TaeHyung quedaba fascinado cada vez que salía en una nueva cita con JungKook, era casi como afirmar que estaba perdidamente enamorado del alfa fortachón de cabello castaño.

Habían pasado ya seis semanas desde que se vieron en la cafetería favorita de TaeHyung gracias al travieso de su amigo en común: HoSeok, quien lo bombardeó de preguntas acerca de, literalmente, todo el día que se la pasó con JungKook por primera vez.

TaeHyung sonrió con alegría, tocando con su mano derecha el delicado dije que colgaba de su cuello, sosteniendo con su brazo contrario los libros que necesitaría para la clase a la que iba.

— Buenos días, TaeHyung — Saludó Park JiMin, su único amigo dentro de su carrera: un omega con olor a canela que le gustaba llevar su cabello como si fuera una naranja.

— Buenos días, JiMin — TaeHyung respondió mientras agradecía por la silla que el de cabello naranja abría para él al verlo con sus manos llenas de cosas.

— Me ha contado un pajarito que cierto alfa del departamento de educación infantil está conquistando a cierto omega que conozco — Dijo el omega con olor a canela moviendo sugestivamente sus cejas de arriba a abajo.

TaeHyung se sonrojó provocando risas en su amigo, llamando la atención de algunos compañeros que ya estaban en el aula.

— Así que es cierto — Afirmó limpiando una lágrima que salió por el rabillo de su ojo.

— ¿Quién te dijo? — Preguntó TaeHyung cubriendo sus mejillas calientes.

— No es sorpresa para nadie, TaeHyung — JiMin hizo un ademán airado con su mano — Al menos en nuestro curso se sabe qué, si no estás conmigo, estás con tu amigo parlanchín.

— Es HoSeok — Corrigió TaeHyung.

JiMin le restó importancia — Como sea. Te vimos entrar con un gran ramo de girasoles un día, y curiosamente, provenían de dicho alfa.

TaeHyung arrugó su nariz al escuchar las conclusiones de su amigo. No quería hacer obvio el hecho de que JungKook le gustaba demasiado, pero parecía que ya todo su curso lo sabía.

Suspiró resignado antes de hablar — Están en lo cierto. JungKook y yo estamos intentando algo.

JiMin cubrió su boca, emocionado, porque el lindo TaeHyung por fin tenía pareja; o que al menos saliera con alguien aparte de sus dos amigos.

TaeHyung sonrió alegre, mirando constantemente el reloj después de que la clase comenzara, pues saliendo de la escuela tendría una cita con JungKook en el cine.

Después de dos pesadas y lentas horas, TaeHyung salió presuroso de su aula mientras acomodaba sus rojizos cabellos que se desacomodaban a medida que avanzaba. Esa vez quería sorprender al alfa esperándolo afuera de su salón.

Pero el hecho de que TaeHyung estuviera en el edificio F y JungKook en el A, en puntas contrarias, no facilitaba la tarea y menos con su mochila llena de libros sobre economía, política, administración y demás.

— Hola, bonito — JungKook lo saludó con una gran sonrisa, tomándolo entre sus brazos cuando se encontraron a medio camino.

— Volví a fallar — Dijo haciendo un puchero y abrazando también al castaño.

JungKook rio — Eres muy adorable, eso es lo que sucede.

TaeHyung deshizo el abrazo y lo miró con un puchero — ¿Algún día lograré ganarte y llegar primero?

— Quizá — JungKook se encogió de hombros — Por lo mientras, vayamos al cine para ver qué función está disponible ahora.

TaeHyung asintió resignado, pero contento. JungKook tomó la mochila del omega colgándola en su hombro contrario a donde mantenía la suya y ambos comenzaron a caminar.

Después de menos de media hora llegaron al gran cine, percibiendo inmediatamente el olor de las palomitas.

— Huele delicioso — Dijo TaeHyung deleitándose con el aroma con sus ojos cerrados.

— Por cierto, ¿cómo va tu tratamiento? — Preguntó JungKook recordando que el omega estaba yendo a atención psicológica.

— Bastante bien — Comentó TaeHyung tomando un lugar en la fila de los boletos — La recuperación física está casi completa, ya puedo percibir casi por completo cualquier olor.

— Eso es algo genial — Sonrió JungKook al escuchar que tenía avances positivos.

— Y con el psicólogo vamos poco a poco. Ya puedo decir "duraznos" sin querer vomitar — Afirmó orgulloso de sí mismo.

— Magnífico — JungKook lo miró sorprendido de su gran avance.

— Te prometo que en poco tiempo podrás dejar de utilizar el neutralizador, Kookie.

— TaeHyung — JungKook tomó entre sus manos las del omega — Esperaré el tiempo que sea necesario para hacerlo; tu salud es lo más importante para mí.

El omega pelirrojo lo abrazó fuertemente, susurrando un "gracias" antes de separarse para poder comprar los boletos y dulces, esperando a que comenzará la función.

Una película cliché y romántica era la que habían elegido para ver en la pantalla grande. TaeHyung reía y se sonrojaba cuando aparecían las escenas melosas de la película entre los protagonistas, mientras que JungKook miraba con ojos soñadores, deseando tener pronto algo así de lindo con TaeHyung.

— ¿Puedo tomar tu mano? — Preguntó el alfa en un susurro de manera repentina, sorprendiendo a TaeHyung.

— Seguro — El omega deslizó nerviosamente su mano para juntarla con la estirada del alfa, quien se encargó de entrelazarlas, sonriendo feliz al sentir cómo encajaban.

— JungKook... — Habló TaeHyung mordiendo su labio nerviosamente, mirando al castaño entre la oscuridad del cine, con la pantalla iluminando tenuemente sus rostros y mostrando la escena del beso tan esperada por todos.

— Sé mi novio, TaeHyung — Dijo JungKook tomando todo el valor que tenía, esperando que el omega le dijera que sí.

— ¿En serio quieres salir conmigo? — Preguntó con inseguridad — Tienes que estar utilizando neutralizador cuando estás conmigo.

JungKook lo pensó a la vez que acariciaba con su pulgar el dorso de la mano de TaeHyung — Tomaré el riesgo.

TaeHyung sonrió en grande ante la respuesta del alfa — Entonces sí quiero ser tu novio, Kookie.

JungKook sonrió y se acercó lentamente al omega, tragando pesado cuando sus rostros estuvieron a pocos centímetros de distancia y sintiendo el embriagador aroma a kiwi que TaeHyung desprendía; simplemente lo volvía loco como un bobo enamorado.

TaeHyung fue quien terminó por acortar la distancia entre ambos, cerrando sus ojos al sentir los suaves labios del contrario en apenas un toque sutil, que contenía demasiadas emociones para ambos.