2. Las escondidas

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A pesar de las hormonas, creían fervientemente en que todo sucedería a su tiempo.

No es como que tuvieran mucha suerte: cada vez que estaban en lo suyo, eran interrumpidos por toda la gente que tenía acceso a sus espacios de perversión.

Ahí estaba Jessi, abriendo la puerta del cuarto del conserje, mientras Nick y Andrew esconden su relación pero no sus ganas de liarse. Alerta de spoiler: Jessi se termina enterando, ya que no ves todos los días a dos mejores amigos casi desnudos, a punto de practicar la penetración anal.

O recordemos aquella vez, en casa de Nick, donde supuestamente estaban solos y Leah casi los encuentra en el patio de la casa.

Llevaban saliendo más de 7 meses, pero si tuvieras que preguntarle a alguien la cantidad exacta, sólo Andrew te la diría.

Las pocas personas que, al final del día se habían enterado, eran contadas con los dedos de una mano: Jessi, Missy, Matthew (culpa de Andrew, quien quería saber exactamente como eran las relaciones homosexuales) y Jude (él se enteraba de todo). Por ahora, estaba bien que así fuera.

¿Verdad?

...

La navidad estaba a la vuelta de la esquina y, con ello, la ansiedad de conseguir el regalo perfecto. Para Nick eso era muy importante: aunque no era la primera navidad con Andrew, si era la primera como novios-a-hurtadillas. Por eso, ahorró lo suficiente y navegó sólo a la jungla del centro comercial, buscando el regalo perfecto... incógnitamente.

Ajustó sus gafas de sol y apresuró el paso entre el mar de gente que venía de frente. Por el momento no tenía una idea exacta de lo que buscaba, pero sabía que tenía que ser perfecto.

"Justo como él."

Walter voló a su lado, cubriéndolo bajo su ala; Connie, dos pasos detrás de ellos, avanzó a su altura y asentió a las palabras del bichito.

"Un plug anal estaría perfecto, ¡hasta te sobraría dinero!".

"Connie, cariño, no" Walter se giró hacia ella, "un regalo perfecto simboliza amor y adoración, no siempre tiene que ver con el sexo".

"Pero si yo estoy aquí, es porque tiene que ver con el sexo, ¿no crees?"

Walter volteó para ver a Nick sonrojarse hasta las orejas. Ocultó su estado amarrando más la capucha de su sudadera hasta casi cubrirse toda la cabeza.

— ¿Pueden callarse? — Nick murmuró más para sí mismo que para sus monstruos de la pubertad —. No puedo pensar. 

Llevaba más de una semana con esta avalancha de pensamientos sobre ser suficiente para Andrew; aunque su narcisismo le reiteraba varias veces que él nunca sería capaz de dejarlo, otra voz (Tito tratando de hacer presencia) le decía que podría dejarlo por cualquiera si Andrew descubriera lo mucho que valía.

Pero ahora no debía pensar en esas cosas, menos en este momento, cuando observa al regalo perfecto a través de una vitrina.

...

Hoy es el último día de clases para iniciar las vacaciones de invierno y la escuela había organizado un pequeño baile. Andrew todavía estaba recio a preguntarle ("vergüenza, me da vergüenza") a Nick si podían ir juntos...

Aunque eso podría ponerlos en el ojo público, ¿y luego que? Ellos estaban bien con su relación siendo secreta.

¿Verdad?

Digan lo que digan, estos pequeños arrebatos de Nick, tratando de seguir siendo novios a escondidas, ponían muy duro a Andrew. Olía a peligro, y él amaba esa sensación de adrenalina.

Entre Puerta Y Puerta [Fanfic Nick Birch/ Andrew Glouberman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora