Casualidad

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La pelinegra corría por las calles acompañada de la luz de las farolas que siempre le observaban en sus paseos nocturnos que en esta ocasión era interrumpido por una inminente tormenta que amenazaba desbordarse por las calles. No tuvo mas remedio que meterse en el primer bar que pudo para resguardarse lo que durara la tormenta. No tenia planeado llegar pronto a casa, realmente esa era la idea de los paseos, pero temía pasarse de lo habitual y que fuera un problema mas grave del que solía provocar sus escapadas nocturnas. Resoplo y apoyo la guitarra en el suelo cerca de la barra donde se sentó en un taburete y espero a ser atendida, mientras jugueteaba con sus anillos con mala cara, no había sido un gran día y desde hace tiempo que nada parecía tener sentido.

─Buenas noches, ¿Qué te pongo?

─Un tercio- respondió sin mirar a la camarera, no tenia muchas ganas de socializar en ese momento, su cabeza estaba desordenada por el desgaste del largo día-

─Bien- La camarera se dispuso a preparar la cerveza mientras observaba con curiosidad a la pequeña que jugaba con sus manos, en realidad lo había hecho desde que entro al bar, totalmente empapada de la tormenta que había fuera- ¿Mala noche?

─Mala vida...- Respondió en bajito mas para si misma que para la camarera, aunque esta le había escuchado perfectamente. Levanto la vista para encontrarse su cerveza y una pelirroja de pelo corto apoyada en sus brazos en la barra, observándola. Era especialmente guapa, eso no lo iba a negar la medio inglesa, aparto su mirada y le dio un trago largo a la cerveza-

─No es realmente asunto mío ...-Empezó la pelirroja sin saber muy bien por que, quizás le daba pena que una chica tan mona este con ese aura de negatividad y su deber era satisfacer a los clientes, supuestamente. Así que aprovecho que el bar estaba un poco tranquilo a esas horas de la noche para prestarle atención a esa chica- Pero, es una pena que una chica tan guapa tenga esa cara de tristeza.

De primeras seria algo molesto que alguien de repente te cortejara después de un mal día, pero para la pelinegra fue un poco sorpresa y hasta incluso se le hizo dulce, se notaba que la pelirroja lo hacia desde un lado tierno por su tono y eso que no la conocía. Por eso mismo, intento sonreír amablemente, aunque fue mas una sonrisa un poco amarga- Supongo... Pero hoy no tengo motivos para sonreír.

─Tienes una camarera buenorra atenta a ti ahora mismo amore, yo estaría contenta- Respondió la pelirroja con humor intentando conseguir la risa de la pequeña, risa que no tardo en aparecer pese a ser breve, pero lo suficiente para que la pelirroja sonriera satisfecha-

─Tienes un punto ahí ...- La medio inglesa no entendía muy bien esa amabilidad de la chica, pero no iba a negar que levemente le había alegrado la noche, aunque sea momentáneamente-

La camarera fue llamada por otra chica rubia, parecía su compañera. Le dio una ultima sonrisa a la pelinegra para dejarla allí, con su cerveza y los pensamientos un poco menos enredados.


-


Nada mas entrar por la puerta de la casa un bostezo atravesó a la pelirroja que entraba por su casa sin hacer mucho ruido, era un poco tarde por que se entretuvo de mas con Denna, su compañera de trabajo en el bar, haciendo el almacén. Podía escuchar un leve murmullo proveniente del salón, supuso que otra vez su novio se había quedado dormido viendo la televisión. Al cruzar el umbral de la puerta lo encontró, echado de mala manera en aquel sofá, junto con un par botellines de cerveza en la mesa, un plato y plásticos de algo que se habría comido el. Suspiro cansada, lo ultimo que quería hacer era recoger, pero sabia que si le echaba en cara su desorden se pondría a la defensiva y acabarían en una discusión sin sentido. Recogió la mesa con sumo cuidado y se dirigió a la cocina para terminar de limpiar e irse por fin a la cama.

Letras y Melodías || One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora