─Creo que será lo mejor
─¿Estas segura?─ Denna se encontraba dudosa de mi decisión, pero hacia ya un tiempo que lo tenia claro, no lo soportaría─ Chiara estará triste si no te ve en su... día.
─Es lo mejor para ambas─ Sentí las manos de Denna con las mías, mostrando su apoyo.
Tras lo que paso en aquel balcón solitario, no habíamos vuelto hablar mas allá de lo normal. Seguramente eso hubiera enredado mas las cosas y por encima de todo, queremos estar bien y aunque la decisión correcta era no aparecer el día de su boda, un pequeño malestar se me generaba en el pecho, pues era un día importante para la medio inglesa y no estar con ella me hacia el alma pedazos.
Denna era la única que sabia lo que pasaba entre nosotras. Seguramente si no le hubiera dicho nada lo habría acabado descubriendo, según ella nuestra química traspasaba mas de lo que pensábamos. Ella ha estado en todo el proceso, tanto como la fase de descubrir lo que sentía y lo que eso significaba.
Era mi único apoyo en todo este desierto, no tenia el valor de contarlo a nadie mas por el daño que pueda causar y sobre todo como le pudiera perjudicar a ella. Ella era mi prioridad.
─Bien, cualquier cosa que decidas me parecerá bien─ Sentí un beso en mi mejilla─ Estoy contigo, lo sabes.
Agradecí su apoyo y un rato mas tarde salió de mi apartamento, dejándome sola en medio de la tormenta de pensamientos que trataban de hundirme mas en esta situación. Mañana se casaba ella, se casaba la persona con la que mas había sentido, se casaba la persona que siempre tendrá una parte de mi.
Quizás era demasiado intenso pensar que esto me iba a acompañar toda la vida, que ella me iba a acompañar toda la vida. Pero no iba negar que por muy intenso que fuera, era mi realidad. La iba amar, y amarla significa aceptar que nunca estará a mi lado como llevo soñando desde que la conocí.
El timbre sonó tras un rato de silencio, pensé que Denna volvió por que algo se le había olvidado así que ni si quiera me fije en la mirilla. Al abrir la puerta me encontré a una Chiara con una respiración levemente irregular, apoyada con una mano en el marco de su puerta y con las mejillas levemente sonrojadas.
─¿Kiki?─ Es lo único que pude decir antes de que se abalanzara a mis labios
En un principio la confusión era tan grande que no pude corresponder con normalidad y se separo lo justo para mirarme a los ojos. Tenia la visión nublada y levemente roja, había llorado y el sabor a alcohol en sus labios delataba que no estaba completamente sobria. Pero una vez note como una mano ejercía presión en mi nuca y el sabor a tequila de sus labios inundaban mi juicio a la par que su cercanía me abrasaba, le correspondí con tanta intensidad que cerré la puerta tras ella con su propio cuerpo.
No fue tan romántico desde fuera como la ultima vez, estábamos desfogando todas esas ganas en un encuentro totalmente fogoso pero tratando de decir entre caricias, agarres y mordidas de labios, un silencioso "Te quiero"
Sus besos siguieron un camino invisible por mi mandíbula mientras yo reforzaba mi agarre en sus caderas, aprisionándola contra la puerta. Cuando sus besos tomaron de objetivo mi cuello decidí contratacar con una pierna entre las suyas y entonces, la escuche gemir levemente contra mi piel.
En ese momento me descontrole y con bastante fuerza la agarre de los muslos para que se subiera encima y me rodeara con sus piernas. Entre besos y caricias acabo acostada en mi cama abajo mía. Es ahí cuando pude observarla bien, estaba con la respiración irregular, las mejillas rojas por el alcohol y totalmente dispuesta a mi. Y en contra de mis deseos, eso estaba mal.