Capitulo 2

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Sunggyu miraba sobre su hombro mientras recorría su camino hacia la librería. Continuamente giraba la cabeza de derecha a izquierda, viendo alrededor tan rápidamente que comenzó a marearse.

Iba a conseguir lastimarse el cuello si no dejaba de mover la cabeza de un lado a otro.

Si JiHyun iba a golpearlo, él quería verlo venir. Está bien, quizás no, pero el no saber cuándo vendría el siguiente ataque lo estaba volviendo loco.

Prácticamente había empacado todo lo de su departamento anoche. Ahora todo lo que tenía que hacer era, sin levantar sospechas, empacar la librería y salir del pueblo antes del atardecer. No había manera de que fuera a quedarse para ver cómo ella cumplía sus amenazas y viniera por sus pequeñas partes. Su vida sexual podría estar estancada, pero eso no quería decir que quisiera quedarse fuera de uso.

Rezó para que su plan funcionara. Si ella lo descubría tratando de salir en la mitad de la noche, no estaba seguro de lo que ella pudiera hacer. Sus bolas se apretaron de nuevo.

Aumentando el ritmo, Sunggyu se apresuró a llegar a la librería para empezar a empacar. Retiró su rebelde cabello de la cara, sintiendo su cara ruborizada por el esfuerzo de caminar rápido. Su muñeca se había puesto de un feo color verde púrpura, y temía que ella le hubiera hecho más daño del que originalmente sospechó.

Perra loca.

Buscando las llaves en su bolsillo, estuvo cerca de saltar de su piel cuando alguien gritaba su nombre. Se giró para ver la más asombrosa cara que hubiera visto a unos pasos de la puerta. El hombre tenía una apariencia totalmente oscura. Cabello negro, ojos oscuros y un cuerpo como para darle al pecado un sucio nombre. ¿JiHyun le envió un maton ?

Sunggyu batallaba para localizar las estúpidas llaves y abrir la cerradura. ¡Esto no podía suceder! Miró sobre su hombro para ver que el hombre rápidamente acortaba la distancia entre ellos.

«Oh Dios», de seguro estaba muerto. Finalmente logró encontrar las llaves, viéndolo una vez más antes de abrir la puerta y cerrarla. Le puso llave y corrió a su oficina.

Sunggyu se mordía las uñas mientras oía que golpeaban la puerta del frente. El henchman no se oía como si fuera a ceder. Se oía que tocaba con ira. Oh Dios, ¿Qué iba a hacer? Se sentía atrapado, sintiendo que su corazón iba a explotar fuera de su pecho.

—Sunggyu, solo quiero hablar contigo —el hombre gritaba desde afuera de la puerta.

Si, apuesto que de una manera cercana y personal. No había manera de que le permitiera al hermoso hombre entrar. Incluso si él era caliente no había manera, no había manera.

—Sunggyu, abre la puerta.

No había manera. Él podría ser un friki cobarde pero no era un estúpido. No había manera de que el caliente hombre de afuera quisiera hablar acerca de muñecas y tazas de té. No, él quería hablar acerca del intenso dolor que le esperaba.

—Sunggyu, si no quieres abrirla, voy a forzar mi entrada. — Los golpes continuaron mientras el tipo jalaba la perilla.

¿Qué voy a hacer? ¿Qué voy a hacer? Está bien él podía hablar con el hombre a través de la puerta, y si le parecía una amenaza, entonces Sunggyu podría... ¿hacer qué? ¿Lanzarle un libro? ¿Golpearlo en la cabeza con la última revista que había recibido? O mejor, ¿causarle un corte con papel con el último calendario?

—Sunggyu . —Un tono de advertencia cruzó la tienda y aceleró su corazón. Está bien, él no iba a enojar al loco. Debía mantener al musculoso hombre calmado.

Manada Park #15Donde viven las historias. Descúbrelo ahora