Capitulo 4

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Sunggyu se mordía la uña de su pulgar mientras que Woohyun recorría el camino de grava de la enorme mansión. Había aceptado conocer a su familia. ¿Quién infiernos conoce la familia de un tipo después de solo dos round de sexo caliente?

Una persona loca, quién más.

—No te pongas nervioso. Ellos son solo hombres normales y comunes.

—¿No tienes parientes femeninos?

—Melonee, ella es la princesa de la casa. —Woohyun apagó la camioneta y abrió la puerta.

Sunggyu asintió, se desabrochó el cinturón de seguridad y salió. Esto era una locura. Los hombres de su familia probablemente le darían un vistazo al descarnado trasero de Sunggyu y se reirían de él fuera de la puerta del frente. Si ellos se parecían a Woohyun, posiblemente eso fuera real.

Vio a Woohyun usar un código para entrar por la puerta del frente. Niño, hablando de excentricidades. Ese lugar era elegante como el infierno. Se sentía terriblemente mal vestido entrando de esta forma. Aunque Woohyun estaba vestido casual, Sunggyu no solía estar alrededor de gente con dinero.

—Vamos. —Woohyun le ofreció la mano y Sunggyu la tomó. Reconoció algunos de los hombres que visitaban la librería. No sabía sus nombres, pero nadie olvidaría esas hermosas caras.

—¿Sunggyu?— Seokmin preguntó cuando entraron al vestíbulo, Seokjin lo seguía de cerca.

—Hola, Seokmin, Seokjin. —Bueno, eso era extraño. Al parecer sus clientes más leales vivían bajo el mismo techo. Nervioso miró alrededor. ¿Podría JiHyun salir en su escoba en cualquier momento?

—Sunggyu es mi...novio — le dijo Woohyun a Seokmin y Seokjin.

Una conocedora mirada pasó entre los tres. Sunggyu se preguntaba qué significaba la palabra 'novio' en su idioma, porque todo parecía demasiado críptico, y él olvidó su anillo decodificador en la caja del cereal que comía hace veinte años.

—Me alegra tenerte aquí. —Seokmin le sonrió. Si, como si fuera a confiar en esa sonrisa. Para él Seokmin era un pequeño demasiado sonriente después de ver la mirada que ellos compartieron. No caería en esa maldita mirada de inocencia.

—Si, bienvenido. —Seokjin chocó sus nudillos con los de Sunggyu. Sunggyu bajó la mano, viendo a Seokjin de arriba hacia abajo. Y él que creía que Seokjin era un chico agradable. Esa mirada compartida significaba algo, y Sunggyu iba a descubrirlo. Nada se le pasaba a él. No, señor.

—Está bien. —Sunggyu miró alrededor de la enorme casa, preguntándose si Woohyun era el propietario de esto. A él realmente no le gustaba entrar con un papi rico. Él disfrutaba su independencia, y si Woohyun era rico, tenía la sensación de que el sexo caliente que habían tenido podría terminar.

—Hola.

Sunggyu bajó la vista hacia la pequeña niña con cara de querubín. Ella debería de ser Melonee. Ella era linda como un botón de rosa. —Hola, Melonee. —Al menos ella no tenía esa conocedora mirada en esa linda carita.

Sus ojos se abrieron más. —¿Cómo sabes mi nombre?

Sunggyu se encogió de hombros y señaló su cabeza. —Soy psíquico.

—¿En serio?

Sunggyu tocó con un dedo su frente y arrugó la cara. —Y tú eres la única chica aquí.

—Wow. —Melonee lo veía maravillada con los ojos aún más grandes—. ¿Puedes decirme en dónde está mi león?

—¿En Oz?— Sunggyu vio hacia Woohyun en busca de ayuda. ¿Realmente tenían leones aquí? No, ellos no podrían tenerlos, debía de ser un animal de peluche.

Manada Park #15Donde viven las historias. Descúbrelo ahora