"Todo lo que tiene nombre existe."
Dolores Redondo
Habían pasado las horas eh Izuku se encontraba en un área diferente del hospital, un área cuanto menos curiosa, no tanto por la cantidad de personas que parecían tener uno o más tornillos sueltos, sino por el hecho de que sus auras también lucían un poco trastornadas.El aura de la persona que tenía en frente parecía estarse golpeando a sí misma una y otra vez, solo deteniéndose cuando la persona misma se golpeaba también.
Mientras Izuku miraba el aura del hombre y su extraña interacción Inko se encontraba un poco preocupada por su hijo, al parecer él había desarrollado una doble personalidad que le permitía copiar los quirk de otras personas, si es que eso tiene algún sentido.
Ahora estaban esperando su turno para hablar con un especialista en la materia, que ayudaría a arrojar luz sobre el origen de esta nueva personalidad.
—Número 27 —Tardando unos segundos en reaccionar, Inko se puso de pie y le hizo señas a su hijo para que fuera al consultorio.
—Tómatelo con calma, estaré esperándote afuera —dijo Inko con el dulce tono que solo puede venir de una madre preocupada por el futuro de su hijo.
Izuku camino por un largo pasillo en compañía de una enfermera que tenía un tercer ojo en su frente, absteniéndose de preguntar como era ver con tres ojos, Izuku desvió su mirada a las puertas por las que pasaba, específicamente lo que estaba escrito en cada una.
Parecían ser los distintos consultorios para varios tipos de especialistas de la mente y cada uno tenía un nombre más extraño que el anterior, por estar distraído, Izuku, chocó de frente con la enfermera que se había detenido para indicarle la puerta por la que tenía que entrar.
—Lo siento. —Tras disculparse Izuku entro a la habitación y en ella vio varias cosas, pero lo que sin dudas le llamo la atención fue el hombre mayor sentado en un sofá individual, el cual no parecía haber reaccionado a su entrada, pues estaba tomando tranquilamente una taza de lo que parecía ser café. —¿Hola?
Sin responder verbalmente al saludo el hombre dio un último sorbo a su taza y luego hizo un gesto con la misma para que Izuku se sentara en el sofá justo en frente de él.
Izuku se sentó en el lugar indicado y miro al especialista que lo estaría atendiendo en esta ocasión, que según lo escrito en su puerta era un "Analista en Psicología Peculiar" sea lo que signifique eso.
Izuku estaba más interesado en el aura del viejo o mejor dicho la ausencia de esta, primero pensó que él podría ser un mutante, pero sin rasgos obvios que le salten a la vista o un quirkless como lo era él antes de su despertar peculiar.
—¿Sorprendido de no ver un aura? —pregunto el viejo con una pequeña sonrisa pícara que hacía resaltar aún más las arrugas de su cara.
—No yo... es solo que...
—¿Pensaste que alguien con un quirk sería mejor para el trabajo?
—No, yo...
—¿Entonces qué? ¿¡Vas a querer café sí o no!?
—...
—...
Izuku tuvo que tomarse unos segundos para tratar de entender lo que había pasado, primero era cuestionado, luego se le ofrecía café y ahora estaba teniendo una extraña conversación con el viejo sobre... ¿Sobre qué estábamos hablando?
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QHPS si Izuku podía ver Auras.
FanfictionEn un mundo donde el 80% de la población tiene superpoderes y el 20% de la población que no los tiene se ve marginada por esa desigualdad, nace un niño que parece pertenecer a ambos mundos, catalogado como un quirkless a temprana edad por una segund...