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Los primeros meses pasaron medios lentos. Violeta y Felipe se mantenían en contacto casi siempre aunque era medio difícil por la diferencia de horario. La rubia se mantenía en su casa por culpa de la cuarentena, por lo tanto, sus clases de la facultad eran virtuales. Algo que la estaba abrumando un poco porque ya no sabía que más hacer.-¿Y cómo va todo? -le pregunta su amigo desde el otro lado de la llamada
-Bien. Estoy en el patio de casa, vine a leer un rato pero me agarró un poco de calor -le cuenta-. En cualquier momento me voy a volver loca de estar todo el tiempo encerrada.
Felipe ríe al escucharla.
-Me imagino. Bueno tranqui, busca alguna otra cosa para hacer -opina él-. Nosotros vamos bien con las grabaciones, pero ahora estamos comenzando con la dieta y se me es cada vez más difícil.
-Pobrecito -se lamenta un poco por su amigo-. Unas ganas de una buena milanesa tenés seguro.
-No seas mala -exclama él-. Me querés antojar.
-Mi mamá ahora está haciendo pastel de papa-ríe la rubia
-Mandame una porción
-Dale. Mañana te llega.
Estuvieron hablando un rato más hasta que Felipe tuvo que cortar porque debía irse a grabar la última escena del día. El chico la extrañaba cada día más y no había día que le cuente a sus compañeros de trabajo sobre su tan querida mejor amiga. Ellos alegaron que era muy linda, y algunos siendo unos caraduras totales, la comenzaron a seguir en Instagram. A Pipe no le jodia, pero si se enteraba que alguno hacía algo más, la iba a pudrir un poco.
Viole también conocía a los nuevos amigos de Feli. Cuando hicieron videollamada conoció a los que se hicieron más cercanos a él. Le cayeron bien, y les devolvió el follow en Instagram.
Ambos no veían la hora de por fin encontrarse. Ella siempre le preguntaba si sabía en qué fecha volvería, pero el no sabía con exactitud, pero era consciente de que aún faltaba muchísimo.
El estar lejos, hizo que ambos comenzaran a replantearse los sentimientos que tenían hacia el otro. No hablaban del tema, pero por lo menos ya estaban al tanto de lo que sentían. También estar en esa situación hizo que su cariño se incremente aún más y sea más fuerte.
Estar tanto tiempo reprimiendo sus sentimientos se les hizo un poco dificultoso darse cuenta de lo que sentían, pero nunca es tarde para entenderse a si mismo y a sus sentimientos.-¿Cómo va Feli? Yo quería hablar un ratito con él -la mamá de Viole, Sandra, se sentó al lado de su hija y la observó. Ella siempre supo que pasaba algo entre aquellos dos amigos. Cuando se daba la situación, solía preguntarle a Violeta qué pasaba con Pipe, recibiendo siempre una negación por parte de la rubia.
-Me dijo que todo bien, que ahora están en una etapa media jevi porque tienen que bajar de peso -le cuenta a su mamá y suelta un pequeño suspiro.
-Después le voy a mandar un mensajito, no quiero molestarlo.
Pipe se llevaba muy bien con la familia de Violeta. Ya lo habían adoptado como uno más desde que lo conocieron. También pasaba lo mismo con la familia de Feli; habían adoptado a la rubia como una más y le tenían un gran aprecio.
Violeta siempre se mantenía en contacto con la mamá de su mejor amigo, prometiendose que a penas se libere un poco el tema de la cuarentena, se iban a juntar a almorzar algo rico. También ambas familias se conocían y se llevaban muy bien. Muchas veces se habían juntado a comer un asado un domingo, o simplemente sus mamás se juntaban a tomar mates y chusmear un rato.
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memories ✧ felipe otaño
FanfictionMemorias de una pareja "Cause we're collection moments Tattoos on my mind"