Felipe había organizado una cita en un restaurante de hamburguesas -la comida favorita de Violeta- y tenía planeado pedirle ser su novio allí. Estaba súper nervioso, pero era algo que ya tenía decidido hacer. Aunque a la mayoría de las personas el les decía que la rubia ya era su novia, quería hacer las cosas mas formales y románticas.
Se encontraba estacionado al frente de la casa de ella esperando a que salga. Salió del auto aunque hacía muchísimo frío porque no le parecía del todo caballeroso esperar dentro de este.
Hasta que en pocos segundos, Violeta se hizo presente, llevando un lindo atuendo de ropa dejando su pelo largo rubio en unas lindas ondas. Felipe aún le impresionaba mucho lo hermosa que era, y hasta a veces sentía que robaba demasiado estando con ella.
-Qué mujer -expresa Pipe cuando ya la tiene en frente y le da un corto beso en los labios.
-Estás muy lindo, me gusta tu perfume -ella sonríe y vuelve a acercarse a darle otro beso.
Violeta tenía la intuición de que algo iba a pasar esa noche, pero no quería hacerse tanta ilusión. De todas formas, solo iba a preocuparse en disfrutar de la cita y de la rica hamburguesa que comería.
﹙♡﹚
-¿Y en cuánto sale la peli? Ya quiero verla -dice la rubia luego de beber su trago
-En enero del año que viene, creo. No estoy del todo seguro -responde el ojiazul
Ambos estaban ansiosos por el estreno de la película que Felipe estuvo grabando por mucho tiempo, y no veían la hora de que salga. Violeta sabía que sería una gran cinematografía por lo que el chico le contó y el estaba seguro de lo mismo desde que empezaron a grabarla.
Luego de un rato, llega el mozo y le deja ambas hamburguesas a cada uno con su respectiva porción de papas fritas. Había un detalle, y es que, en el plato de Violeta había un papelito con la letra de Felipe que decía "¿Puedo ser tu novio?"
El chico se puso de acuerdo con el mozo para hacer aquello sin que Violeta levante sospechas, pero al parecer la chica estaba tan hambrienta que no se percató de la pequeña carta que yacia ahí.
Felipe rió ante esto, ganadose una mirada interrogaria de la rubia que no paraba de comer sus papas fritas con ketchup.
-No te rías, no merendé -rechista al ver que el no paraba de sonreír
-No me rio de eso.
-¿Y entonces? ¿Me manché? -la chica se observa el pecho por si se manchó con aderezo, pero no encontró nada.
-No, es que estoy feliz -responde simple y prosigue a seguir comiendo.
Estuvieron comiendo entre charlas y risas, hasta que Violeta en busca de una servilleta de papel vió el papelito. Lo leyó detenidamente y rápidamente sintió sus mejillas ponerse calientes.
-¡Felipe! Recién ahora me doy cuenta, idiota -expresa ella casi gritando llevándose algunas miradas-. Si, si, quiero que seas mi novio.
El se ríe por la reacción de la rubia negando con la cabeza. Además de ser despistada, siempre tenía eso de reaccionar puteandote. Pero sabía que no era de maldad, sino que simplemente ella es así y es algo que heredó de su mamá.
-Soy una gila, pensé que era una servilleta por eso nunca le dí pelota -comenta riéndose y se acerca a su, ahora novio, para plantarle un beso en los labios-. Perdón mi Pipon
-En algún momento tenías que darte cuenta -le dice sin parar de sonreír-. Gracias por dejarme ser parte de vos.
-No empieces porque me vas hacer llorar, y más ahora que estoy menstruando.
-Te amo, pelotuda de mierda. ¿Te lo digo así asi no lloras?
-Tontito, yo te amo más.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
