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Los meses pasaron sin darse cuenta. Y Violeta había conseguido hacerse conocida en tiktok por sus grwm, y algún que otro video hablando de boludeces. Rápidamente el carisma y simpatía de la chica contagio a miles de personas comenzando a tomar revuelo en aquella red social. Obviamente el apoyo venía acompañado de algún que otro comentario negativo, pero no les daba bola.De pronto, vinieron los videos de makeup y skincare, ya que muchos le preguntaban sobre sus maquillajes y que productos usaba en su rostro. Ella hacía lo que le pedían sus seguidores, y así comenzaba a tener su tiktok como un "soporte para chicas", como le gustaba decirlo.
Estar en ese mood la hizo estar menos al pendiente de cuánto faltaba para que vuelva Pipe. Y sin darse cuenta, los meses pasaron volando.
Por otro lado, Felipe tenía planeado no decirle el día que llegaría a Argentina porque quería sorprenderla. Por eso, ideo un plan con Sandra para que sea su cómplice y todo salga bien.
Un domingo al mediodía, la familia de Violeta fueron a lo de su abuela a comer unas ricas pastas. Todos ellos sabían lo que pasaría horas después, menos Viole. Ella no sospechaba nada, ya que Felipe le dijo que en un mes recién iba a volver.
Todos se encontraban sentados haciendo la sobremesa. Hablaban de diversas cosas, mientras que la rubia jugaba un chinchón con su primito.
Sandra se levantó cuando recibió el llamado de Pipe, indicando a su familia que iría al baño, pero en realidad iba a ir a abrirle la puerta al chico.
-Pipon, tanto tiempo -la mujer abraza al jóven con mucha alegría.
-Tanto tiempo, San -responde con el mismo sentimiento
Ambos pasan a la casa con cuidado, sonriendo con felicidad por lo que estaría por pasar.
-Están todos fueras -le indica la mayor.
Felipe se encamina hacia el patio sintiéndose feliz, ansioso y con nervios. Tenía un revoltijo de emociones en su cuerpo que no podría explicar con exactitud como se sentía. Quería ver ya a su amiga pero sentía que se le hacía eterno el trayecto de la entrada hasta el patio.
-Hola, ¿cómo va? -saluda una vez que llega hasta allí. Violeta no había notado la presencia de él hasta que habló.
Lo miró sin saber que decir. No podía creer que su amigo se encontraba allí. Su corazón comenzó a latir con fuerza y rápidamente se levantó de su silla.
-¿Qué haces acá, idiota? -habla estupefacta y el chico se acerca a ella para poder abrazarla después de tanto tiempo.
-Hola mi Violetita -habla apretándola entre sus brazos, volviendo a sentir el aroma de ella que tanto añoró.
Todos los familiares contemplaban la escena con mucha gracia y ternura, mientras que Sandra se encontraba grabando todo para que quede de recuerdo.
-Te extrañé tanto -habla la rubia una vez se separaron y se observaron. Ella tenía pequeñas lágrimas de emoción rodando por sus mejillas y el soltó una risita al notarlo.
-Qué maricona, ya estoy acá.
-¡Me dijiste que venías en un mes! -le reprocha
-Si queres me voy de nuevo y vuelvo en un mes.
-No, malo, vos no me abandonas más.
Violeta lo vuelve a abrazar y respira hondo sintiéndose muy feliz de poder estar al lado de su mejor amigo por fin.
Aquella tarde Felipe se la pasó con la familia de la rubia. Había comido los sorrentinos con salsa rosa como le había prometido la chica a pesar de que eran las cinco de la tarde.
-En realidad volví ayer pero primero estuve con mi familia -le cuenta Pipe a Violeta. Se encontraban sentados en el sillón del living.
-Toda mi familia fue cómplice, qué hijos de mil -exclamó la jóven-. Igual me alegra mucho de que estés acá. Fuera de joda ya estaba pensando ir a visitarte a España -le confiesa.
-¿En serio? -responde atónito recibiendo un asentimiento de cabeza por parte de su amiga-. Entonces en serio me extrañabas.
-¿Y vos? ¿Me extrañaste?
-Muchísimo.
Con la mirada se podían decir todo pero a la vez nada. Ambos querían gritarse lo que sentían por el otro, pero el miedo les ganaba. Sin embargo, aquello no fue impedimento para que Violeta se deje llevar por su impulso y junte sus labios con los de su amigo en un efímero beso.
Sólo duró unos pocos segundos, pero eso logró despertar miles de emociones en los dos jóvenes. Felipe tenía ganas de volver a darle otro, pero Antonio entró interrumpiendo aquel momento meloso.
-Dale que ahora juega River, chico -vocea el señor tomando asiento en uno de los sillones.
Violeta para tratar de calmar los nervios que invadieron su cuerpo de repente, se levanta del sillón decidida a ir a la cocina a preparar mate.
-Voy hacer mate, ya vengo -avisa al notar la mirada de su papá, y antes de irse hacia la cocina, mira fugazmente con cierta complicidad a Felipe.
La femenina se dejó llevar completamente por su impulsividad, de todas formas, no se arrepentía de nada. Tenía ganas de hacerlo, y así lo hizo, dejando a Felipe con cierta emoción brotando de él y con ganas de que pase de nuevo.
les va gustando?
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memories ✧ felipe otaño
FanfictionMemorias de una pareja "Cause we're collection moments Tattoos on my mind"