Warhammer 40k I

44 2 1
                                    

"¿Una habitación?" Hable con una gran confusión al repentino cambio de lugar en el que me encontraba.

Una mirada rápida a mi alrededor revelo que me encontraba en una habitación, ¿hermosa?, ¿excéntrica?, ¿ultra lujosa?, no tenía una definición muy clara de este lugar, el cual era lo suficientemente grande como para colocar diez automóviles y aun así sobraría espacio, aunque el lugar era muy amplio se sentía muy opresivo, por la gran cantidad de muebles, accesorios, y decoraciones del lugar y ni hablar de la inmensa cama que dejaba en vergüenza a una King sall.

'Esta debe de ser la habitación de algún rey' Pensé al intentar averiguar en que lugar me encontraba.

"Y ¿MI ARMADURA DEL DRAGÓN DE PLATINO, NO MÁS IMPORTANTE Y SHALLTEAR?" Me pregunté alarmado al no observarlos por ninguna parte de esta habitación.

'Tal vez se encuentra la armadura en la puerta de babilonia, pero ¿Dónde demonios se encuentra Shalltear?' Justo cuando me proponía a buscar la armadura entre los tesoros de la puerta de babilonia sentí como el tiempo se detuvo a mi alrededor, al notar como una de las puertas que parecían dirigir a un armario se comenzaban abrir.

De esta puerta salió un hombre de al menos un metro setenta, cabello castaño, ojos color verde opaco, con un poco de obesidad, y digo poco por el hecho de que solo dios sabe cuantas capas de ropa extravagante vestía, de lo que parecían ser vestimentas de nobles del ¿virreinato?, ¿edad media? No sabía con exactitud al no conocer con tanto detalle la historia.

'Acaso me encuentro en él ¿Pasado?' Me pregunté por la vestimenta de hombre frente de mí, pero la tecnología de iluminación y proyección de la habitación me decía lo contrario.

"¡GUAR........!" Antes que el hombre lograra terminar lo que estaba gritando, me lance sobre él para detenerlo.

En otras circunstancias este hombre no habría respirado una vez más, pero necesitaba saber en donde me encontraba y sus vestimentas me indicaban que me sería de mucha ayuda.

Tocando su frente con la punta de mi dedo, la gema de la mente brillo, mientras las pupilas del hombre se volvían dilatadas.

"¿Cuál es tu nombre?" Preguntando lo primero que me vino a la mente, para iniciar una conversación.

"Tarf V. Striebg." Respondió el hombre con una voz adormecida, lamentablemente su nombre no me sonaba de ninguna parte.

"¿En dónde me encuentro?" Esta era la pregunta más importante, aunque no esperaba que me respondiera con el nombre de este universo, pero ya podría yo darme una ideas con su respuesta.

"Usted se encuentra en el subsector Srodnya, planeta Sharam." Respondió sin ningún problema.

'¿Qué?' No conocía tal lugar, es más, no tenía ningún recuerdo de tan siquiera haber escuchado ese nombre en algún momento de mi vida y no parecía ser que me estuviera mintiendo.

Aunque su respuesta me fue de utilidad, si me encontraba en lo que sea que signifique subsector, y el planeta no se llamaba Tierra, redujo los posibles universos donde podría estar.

Ahora que tan útil podrá ser este sujeto.

"Y, ¿Cuál es tu posición en este lugar?" No importaría mucho su respuesta, ya que por sus vestimentas y habitación demostraba tener suficiente dinero como para utilizarlo por un tiempo.

"Soy el gobernador del planeta."

"¡Que!" Al escuchar su respuesta inconscientemente hablé por el shock.

"Soy gobernador planetario, señor." Respondió el hombre nuevamente.

Al entender el peso del título gobernador planetario, mis ojos brillaron en emoción al comprender que frente de mí se encontraba una mina de oro, tanto en sentido figurado como literal.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

En el MultiversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora