Chapter two: Are you remember?

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En el tiempo en el que Jeongin estuvo en Japón se metió en problemas un sinfín de veces, también en cosas que no debía meterse como con la mafia, lugar en donde conoció a Christian Yu, jefe de uno de los más temidos clanes de todo Tokio. Christian era un hombre quince años más grande que Jeongin e inesperadamente terminó siendo como su hermano mayor, se volvieron más unidos de lo que debieron y es que en realidad Jeongin nunca tuvo una figura paterna presente o un buen ejemplo para seguir. Por eso Christian se volvió su ejemplo a seguir en cuanto lo conoció aunque eso significara posicionarse en la lista de buscados en Japón de manera anónima ya que Chris también le tenía un gran aprecio a Jeongin por lo que siempre protegió su identidad para no ser atrapado en su carreras, gracias a eso no tardó en crear su propio lugar de pista.


Christian Yu era un nombre sonado en todo Tokio, era un hombre recto, elegante, respetado, imponía seguridad y autoridad en cualquier lugar en el que ponía un pie, su personalidad fría y distante encajaba perfecto con su apariencia, le gustaba cuidar la forma en la que se veía así que cuidaba excesivamente de su aspecto físico, sin dejar de lado la cantidad inmensa de poder que tenía en las manos aunque fuese uno de los hombres más buscados en todo el país. Al conocer a Jeongin le enseñó a ser tal y como él era, lo indujo a cosas en las que no debería estar un "niño" de diecinueve años por la valentía que vio en él, al saber que estaba sólo en el país se tomó la libertad de reeducarlo, enseñarle modales y pulir esas características tan peculiares, esas manías tan extravagantes que tenía.


Para Chris, Jeongin seguía siendo un niño, aun así lo volvió su mano derecha en el tiempo que estuvo en Japón, de igual forma siempre le ayudó en su universidad, se sentía como un padre ayudándole a su hijo y es que muchas personas aseguraban que sí eran padre e hijo, ambos se demostraron tal y como eran el uno al otro, tenían una relación increíble y jamás se vieron con ojos de amor, era repugnante para ambos el solo hecho de pensarlo.


Cuando Jeongin regresó a Corea ya no era un niño mimado, caprichoso e inmaduro como solía serlo antes de irse de su país natal. Ahora, Jeongin era un hombre totalmente digno de respetar e incluso parecía tener un cuerpo más masculino que antes, ya no vestía prendas holgadas como solía hacerlo, sino que vestía trajes que, aunque eran un poco más grandes que su talla, le lucían perfectos. Sus atuendos relajados eran un pantalón de seda negro con una camisa blanca suelta y un saco, cosas que Christian le enseñó, pero cuando estaba solo en casa usaba sus atuendos antiguos. Por supuesto que esto le agrado totalmente a su padre, creía que haberlo enviado a Japón había sido la mejor decisión que pudo tomar para Jeongin sin saber que en su mayoría había sido todo lo contrario.


A los meses que volvió a Corea consiguió una linda novia, Kim Minjeong, ambos eran hijo de actores conocidos y tenían empresas a sus nombres. El noviazgo de ambos fue conocido por todos después de haber dado la noticia públicamente, la mayoría de personas pensaban que ambos encajaban muy bien, ambos eran arrogantes, egocéntricos, narcisistas y parecían ser muy elegantes, tal para cual. La toxicidad no tardó en apoderarse de esa relación, terminaban y regresaban, se engañaban y se perdonaban, se dañaban y se vengaban como si fuese una clase de juego en donde hacían y devolvían. Milagrosamente esa relación duró más de lo que ambos se imaginarían, pero se habían dañado lo suficiente para no desear otro noviazgo.


Pasado un año y unos meses, Jeongin se graduó de la universidad teniendo un puntaje mucho más alto que Minjeong, misma razón que fue un tema de discusión porque se sentía humillada al haber sido superada así tan radicalmente y antes de iniciar la fiesta de graduación ambos tuvieron una discusión en el baño en la que todos se enteraron por los gritos e insultos que se llegaban a escuchar. Esa noche ambos estarían solteros para darle celos al otro, una clase de juego que tenían entre ellos para dañar el ego del otro y saber quién sería el que terminaría regresando para humillarse al pedir perdón de rodillas.


En esa fiesta los pases fueron libres, podían ir personas que no estudiaran esa carrera e incluso personas mayores a ellos, fue por esa razón que HyunJin fue invitado a aquel evento, gran parte de las personas murmuraba sobre él, especialmente las chicas y en cuanto este hizo presencia Minjeong se lanzó hacía él para empezar a coquetearle. Jeongin solo observaba a lo lejos en la barra de bebidas la escena de su novia coqueteando con ese tipo que por alguna razón le resultaba familiar pero en ese momento lo único en lo que podía pensar era en como Minjeong pegaba su cuerpo al de él mientras reía y la abertura en la pierna de su vestido era tan peligrosa para seducir a un hombre, también podía notar la manera en la que aquel tipo le sonreía y la sujetaba fuerte de la cintura.

Karma (HyunIn) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora