Karma (HyunIn)

Chapter five: What's happening?

   
    
    
Durante el tiempo en el que Jeongin estuvo en el hospital fue atendido de la mejor manera de la que se pudo imaginar, pasó un poco de tiempo antes de que empezara a tener visitas casi todos los días. De alguna manera le gustaba seguir con vida pero esa sensación se iba cuando se daba cuenta de que ninguna persona a la que había amado estaba a su lado. Su padre se fue de viaje, su madre jamás se presentó al hospital y mucho menos contestó las llamadas, MinJeong publicó su nueva relación unos días después de enterarse sobre la hospitalización de Jeongin y la razón que lo llevó a estar en esa situación. El único argumento que tenía era decir que no podía estar con un enfermo mental que pensó en quitarse la vida, incluso le avergonzaba hablar sobre él cuando le preguntaban qué había pasado. La nueva pareja de MinJeong era Soobin, sin duda fue cómo una daga directo al corazón de Jeongin, porque sí, incluso con todo el daño que le había hecho él genuinamente la amaba, la seguía queriendo y le dolía saber que ella jamás lo había amado ni siquiera un poco.
   
    
   
   
Todos los días HyunJin estaba en su habitación en la hora del almuerzo, comida y cena. No importaba si era su día de descanso, nunca faltó ni un solo día, se aseguraba de que comiera todo y administraba su medicamento. El mes en el que estuvo hospitalizado se dio cuenta de sentimientos que no aceptaba; por alguna razón ver a HyunJin le causaba un vacío en el estómago, una sensación de cosquilleo, una calefacción en el cuerpo inexplicable, una que por alguna razón siempre provocaba el rubor en las mejillas que lo hacía lucir tan estúpido y vulnerable, algo que en absoluto iba con su apariencia masculina. Cuando estaba con HyunJin se sentía como una mujer, la manera de hablar de HyunJin lo intimidaba. Era estúpido pensar en ello, ambos median casi lo mismo y tenían un porte similar, pero cuando estaban juntos toda esa masculinidad de Jeongin se esfumaba para ahora escapar el lado femenino que él mismo desconocía.



A órdenes de HyunJin, Jeongin fue trasladado a una habitación cercana a la de su oficina . En algunas ocasiones, cuando salía a recorrer el hospital por aburrimiento escuchaba las conversaciones de las personas diciendo que su médico de cabecera era hijo del director del hospital, para él tenía lógica por el apellido y la seguridad que ambos demostraban. También escuchó algunas veces lo mucho que las personas veían esa preferencia que tenía por él, algunos comentarios decían que eran pareja y otros que probablemente HyunJin gustara de él por la apariencia "femenina" que tenía debido a lo delgado que era. Sin importar que comiera todo completo no podía subir de peso, el pantalón del hospital le quedaba grande y era imposible de no notar. En algunas ocasiones HyunJin notó como se marcaba su espina dorsal cada que se agachaba un poco, era algo preocupante.
   
   
   
[...]
   
   
   
— Lo siento por no haber venido antes. Cuando me enteré ya llevaba tres días en Italia. — Felix tomó una de las manos de Jeongin entre las suyas.
— No te preocupes. Estoy mejor. —Jeongin le regaló una sonrisa suave.
— Créeme que me asustaste muchísimo.
— Lo siento...
— Lo bueno es que sigues aquí. ¿Cómo sigues con tus terapias de pulmones?
— Estoy mucho mejor, Hwang dice que si sigo así podré salir de aquí en unos días.

Felix le sonrió aunque le doliera ver a su amigo depender de un tanque de oxígeno. La raíz de su cabello cobrizo estaba volviendo a verse de color negro, era evidente el crecimiento de su cabello, igual de evidente que lo demacrado que se veía.

— Espero que lo hagas, Jeongin. Pero para eso debes continuar con tu tratamiento. — Volteó hacia la puerta notando la presencia de HyunJin detrás de ellos. — No te preocupes por HyunJin, es un buen doctor.
— Lo sé. — Jeongin también miró al marco de la puerta en donde estaba el mencionado.
— Por cierto, ¿te llegaron todas las flores que te mandé? Siempre guardo una para saber cuándo debo enviar más pero nunca es suficiente, por eso mando muchas.

Jeongin sonrió con alegría observando a su alrededor decorado con todos los arreglos que había recibido.

— No todas son mías, apuesto a que mucha gente te manda arreglos florares.