Capítulo 7

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Mike

Una vez me preguntaron como me sentiría, cuando perdiera a alguien importante para mi.

La verdad no supe responder. Solo pensé que lo sabría cuando llegara el momento y ... siempre pensé que nunca iba a llegar.

Pero ahora, cuando que perdí a mi hermana solo el dolor físico alivia lo que siento.

El dolor físico alivia el mental.

Mi cuerpo paga el precio de la frustración que siento por no saber nada de mi hermana.

Hace ya diez días que desapareció y seguimos sin encontrar una pista siquiera de donde se encuentra.

Yo dejé a Edward cuidando de Karla y decidí salir. Ahora me encuentro corriendo sin direccion.

Al menos corrí media hora corriendo hasta que terminé llegando al lago.

Al llegar me sorprendí bastante porque la policía se encontraba cerca de la orilla del lago.

Ellos se encontraban a varios metros de distancia de donde yo estaba. Cuando me acerqué vi que había un hoyo clavado en el suelo.

Un olor a carne podrida era desprendido de lo que parecía un cuerpo envuelto en una sábana.

Mi padre se encontraba arrodillado cerca del cadáver con un pañuelo cubriéndose la boca.

Al levantar la cabeza y notar mi presencia , mi padre llamó a uno de los policías que se encontraban en el lugar.

Después de hablar un momento con ellos se acercó a donde me encontraba yo.

—¿Mike qué haces aqui?—me preguntó mi padre.

Él traía la ropa de trabajo puesta, con una chaqueta negra de cuero. Llevaba barba de una semana y sus ojeras eran mayores que las mías.

Nuestro parecido era algo impresionante. Sus ojos, cabello y cuerpo eran iguales a los míos.

—Salí a correr y terminé aquí. ¿Qué es lo que esta pasando?— le pregunté señalando al lugar rodeado de cinta policiaca..

Él suspiró y me hizo una seña con la mano para que lo siguiera.

—Primero vamos a alejarnos del cadáver. El mal olor que emite es asqueroso— su tono de voz era fuerte como siempre.

Lo seguí hasta tener bastante distancia del cuerpo. Mi padre se volteó y antes de hablar me dedicó una cálida mirada.

—Hoy recibimos una llamada anónima. En ella nos dieron información de un cuerpo enterrado cerca del lago. —

—La información podría haber sido falsa—le dije interrumpiédolo.

—Al principio pensamos eso pero nos dijeron exactamente en que parte del lago buscar y también quien iba a ser a quien encontraríamos.—

Mi padre dejó de hablar y tomó un largo suspiro. La preocupación resaltaba en su rostro.

Ya llevaba tres noches durmiendo en la estación y necesitaba descansar.

—¿Recuerdas a Thomás?—me preguntó mi padre.

No sé si fue por haberme sacado tan bruscamente de mis pensamientos, o la sorpresa de volver a escuchar ese nombre.

Pero en el momento en que escuché el nombre una combinación de sorpresa y miedo me golpeó.

—Claro, ese chico acosaba a Madi— respondí torpemente disimulando la sorpresa.—Más de una vez tuve que ponerlo en su lugar. Pero el se fue del pueblo hace meses.—

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