Capítulo 8

31 10 0
                                    

¡Joder otra maldita pesadilla!

Rápidamente cuando desperté miré hacia todos lados. Estaba bañado en sudor y me dolía la cabeza.

Estos sueños ¿son pesadillas o algo más?

¿Quién era esa persona de la máscara?

¿Acaso era "él"?

Mira al despertador y eran las dos de la madrugada. Siempre ocurrían a esta hora.

Me levanté de la cama y tomé de la mesita de noche la caja se cigarrillos.

De ella saqué uno y me senté en cerca del marco de la ventana.

Encendí el cigarrillo y comencé a fumar lentamente mientras miraba hacia a fuera.

La noche estaba iluminada completamente por la luz tenue de la Luna.

A fuera estaba todo tranquilo. Me quedé sentado al menos media hora mirando a la Luna.

Era algo que hacía desde pequeño. Siempre que me sentía solo o molesto por algo, me sentaba aquí a observar el cielo y la Luna me ayudaban a organizar las ideas.

¡Tal vez solo soñé con eso debido a lo que me contó Karla! Que siempre "él" llevaba una máscara.

Entonces algo llamó mi atención. Algo se movió a fuera y de las sombras salió la silueta de una persona.

Me sorprendió mucho ver a alguien en la calle a estas horas de la madrugada.

Esa persona para mi sorpresa se coloco enfrente de la casa. Luego levantó la cabeza y dirigió su vista hacia donde yo estaba .

La luz de la Luna se reflejo completamente en él y pude verlo perfectamente.

Tenía una sudadera negra con la capucha puesta. Su cara la cubría una máscara blanca que daba la impresión que era de hueso con la forma del cráneo de un lobo.

Mientras observaba a él desconocido los nervios de me cuerpo se despertaban y un sudor frío empezó a correr por mi frente.

La imagen de la persona que me tomaba en brazos en mis sueños golpeó mi mente y una corriente de miedo recorrer mi cuerpo.

Él metió su mano en el bolsillo de la sudadera y sin quitar la vista de mi sacó la mano con una pistola.

Subió la mano lentamente y apuntó en mi dirección.

Debía moverme, tenía que moverme pero mi cuerpo no respondía. No sé porque pero sentía que la persona que se encontraba a fuera se burlaba de mí.

Y mi duda fue confirmada en el momento en que coloco la pistola en su cabeza y me señaló con el dedo índice.

Con el arma apuntándose en los sesos apretó el gatillo. Por un momento pensé que se iba a suicidar delante de mi casa. Aunque la bala nunca salió.

No se porque pero podría jurar que esa persona estaba sonriendo. La verdad no conozco si el arma era falsa o simplemente no estaba cargada.

Él se quedó mirándome y bajo el arma. Luego empezó a caminar en dirección a las sombras.

—Si el arma es falsa, entonces no tengo ningún riesgo—pensé .

No puedo dejar que se vaya así sin más.
Abrí la ventana y empecé a caminar por el tajado.

Baje rápidamente por el árbol cerca del porche y corrí en dirección a donde se había ido.

El aire frío de la madrugada golpeaba mi cara y provocaba que mi cuerpo se estremeciera.

Debido a la rapidez con la que ocurrieron los hechos. Estaba corriendo descalzo, provocando que no podía ir muy deprisa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 15 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

WinchesterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora