Nous

Capítulo 9

Después de ayudar a mi madre con los preparativos para la visita del día siguiente y de cenar, me fuí a mi habitación para descansar. Aunque mi cuerpo ansiaba dormir y descansar, mi mente estaba preocupada.

Me tumbé en la cama, pero no podía conciliar el sueño. En lugar de eso, mi mente imaginaba diferentes escenarios y posibilidades para evitar este matrimonio no deseado. En verdad no es mala idea ya que me case pero aun no estoy preparada. Pense en varios planes pero no se si funcionaran

Plan A: Convencer al hombre de que no se case conmigo.

Plan B: Aceptar la propuesta y luego escaparme de la boda. Esta opción, parecía más adecuada para una novela turca que para la vida real. Además, ¿cómo podría enfrentar las consecuencias después?

mejor no

He decidido por la opción A, después de la pedida supongo que quedaremos para conocernos y ahí aprovecho para convencerle de que no sirvo para nada, así me deja. Me sumergí en mis pensamientos, pensando otras posibles  soluciones y con eso me quedé dormida.

***

Nuevo día, me desperté sin ganas, con el peso de lo que me esperaba sobre mis hombros. Desayuné con la mente en otro lugar, mientras mi madre me informaba sobre la visita de los invitados, que estarán aquí a la 13:00. Pasé el tiempo que me quedaba antes de su llegada en un estado de nerviosismo, repasando mentalmente mis opciones. Como teníamos todo preparado desde anoche no hizo falta hacer nada.

Cuando finalmente llegó la hora, me vestí con un vestido normal, lo menos que quería era llamar la atención. Ya estaba preparada y aun faltaba poco y me sentia mas nerviosa, sentía que mi corazón latía más rápido, lleno de ansiedad por lo que estaba por venir.

Faltando apenas ocho minutos para la una, el timbre hizo que mi corazón saltara en mi pecho.

-Yalah a benti siri hli lbab (Venga hija ves a abrir la puerta)

Con las manos temblorosas, abrí la puerta, y allí estaba él, un hombre con un ramo de flores tan grande que le tapaban la cara, encima mis preferidas seguro que ha sido cosa de mi madre.

Mis ojos se abrieron de par en par cuando apartó las flores, revelando su rostro, y me quedé boquiabierta al reconocerlo: era Haitam. Me quedé sin palabras mientras lo miraba, incapaz de procesar completamente lo que estaba pasando.

Me miraba con una sonrisa nerviosa, sus ojos buscando los míos en busca de alguna señal. Me sentí agobiada por la sorpresa y a la vez confundida, sin saber qué decir o hacer en ese momento, de repente aparece Khalti Layla.

-Salam a benti quetal-Dijo sonriendo

-Alhamdulillah khalti, pasar pasar merhaba

-Assalamu alaykum-Dijo el padre de Haitam entrando y dirigiéndose al salón

Después de que me hubieran dejado los regalos que trajeron y algunos dulces se sentaron en el salón y el padre de Haitam empezó a hablar

-Como ya sabéis estamos aquí para hablar sobre un asunto importante. Me gustaría pedir la mano de su hija, Hafida para nuestro hijo Haitam

Levante la mirada para ver a Haitam y lo encuentro ya mirándome.

Lee pillado mirándome hahahahaah en 4k

-Entiendo. Hafida es nuestra valiosa y unica hija. ¿Puedo preguntar cuáles son sus intenciones con ella?

-Me gustaría establecer un matrimonio basado con los prencipios del islam y en el respeto mutuo. Prometo cuidarla y protegerla como a mi mujer-Dijo mientras me miraba a lo que yo me sonroje seguro que parecia un tomate

Peroo lo que dijo  ¿Será verdad? Porque la ilusión la perdí hace años y todos son lo mismo y dicen lo mismo pero este tío, creo que me estoy enamorando. NOO DiGas tonterías Hafida y céntrate en la conversa.

- Le agradezco su sinceridad. Hafida que piensas al respeto-Dijo mi padre y todos se me quedaron mirando y Haitam con sus ojos buscando los míos en busca de alguna señal de respuesta. De repente oigo vibrar mi móvil, con curiosidad deslizo la pantalla y...

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Lo siento chicas por dejaros con la intriga, espero que os guste el capítulo y no olvidéis darle a la estrellita 💞
Por cierto Ramadán Mubarek a todas y aprovechar mucho: rezar, leer mazo el Corán, hacer buenas obras y alcanzar el perdón de Allah. Aprovechar mucho porque no sabéis si este es vuestro último Ramadán, nadie os garantiza la muerte.