PASADO CONTINUO

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Al tocar el asfalto y sentir la perdida de sangre, solo podré aceptar algo.

La muerte está destinada a todo ser vivo, humano, animal y maldiciones.

Siempre tuve en mente morir de anciano, solo y sin nada, como todos. Pero, me encuentro mirando el cielo, claro y calmado, con un color azul vivaz y tranquilo a la vez, me encanta la calma recién obtenida.

No me percate que hace tiempo había muerto, era claro eso, ya que en ningún lugar podría observar aquel bonito cielo.

"Satoru" esa voz tan inconfundible me estremeció, trate de voltear pero mi cuerpo no reaccionaba. "No te muevas, solo contesta poco a poco. ¿Cómo estás?"  Escuché que preguntaba, más que nada con un tono entre confundido y triste.

"¿Dónde me encuentro?" Pregunté ansioso, quería verlo y pedirle perdón por todo, abrazarlo y por primera vez, intentar obtener mi deseado rose de labios.

"¿Cómo estás?" Inquirió de nuevo pero con más insistencia, tal vez, su ansiedad aún después de la muerte lo acompañaba.

"Estoy ..... No sé, ¿bien? O ¿Muerto?"  Trate de sonar sarcástico arrepintiendo me al instante tras observar por mi rabillo del ojo aquel rostro, sigue siendo igual de hermoso con el pasar del tiempo, envejeciendo como si siguiera vivo.

"Nunca cambiaste pero bueno, trata de moverte un poco. Te ayudaré" Oh querido, el ayudarme siempre fue necesario.

Al momento de tener sus manos sobre mi cuerpo, me dió escalofríos, mi espina dorsal y cuero cabelludo reaccionaron al tacto, caliente y amable, siendo único.

Con las fuerzas que tenía, me recargue al dorso de mi contrario, tratando de conseguir más tacto, queriendo ser rodeado por aquel cuerpo endemoniada mente atractivo.

Al parecer, el ser un muerto te da la posibilidad de leer mentes o que se yo. Ya que, fuí abrazado de forma posesiva por aquel azabache.

"Espero no volvernos a ver pronto, Shoko te necesita aún." Tras esas silabas lanzadas, sentí mi cuerpo siendo cargado por alguien ajeno, caí de nuevo en una neblina densa por mucho tiempo, borrando casi de mi vista el cielo claro.

Una oscuridad gobernó mi mente, la vista y mi corazón destrozado al ser arrebatado de aquellos brazos.

☁️En El Mismo Cielo☁️ SatoSugu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora