☁️En El Mismo Cielo☁️ SatoSugu

PRESENTE

No sé cuánto tiempo permanecí en aquella oscuridad. Era como si fuera 'nada' y a la vez 'todo', confusión e incomodidad obtenida por el vacío.

Escuché por primera vez un sollozo, después de tiempo (No sabría si pasa rápido  o lento) se escuchó una pequeña voz, tan distorsionada que no identifique lo que era. Siguiendo de la misma forma, por otro intervalo.

Eran llamados, ¿De quién?, no recuerdo gran cosa.

"Satoru"
1
2
3
"Satoru"
4
5
6
7
8
"Satoru"
9
10
"Vas a estar bien"

Esas palabras retumbaron en mis sentidos, no solo lo escuché, también lo sentí de una forma muy real. 'Real'.... Soy real.

Trate de alzar mis párpados, de hacer algo para demostrar mi realidad, pero no sucedió algo.

Mi abismo era ¿infinito?...

Esa palabra, eso significaba algo para mí yo real.

Las manillas de agujas dando vuelta al reloj solo significaba algo, tiempo, tiempo infinito e incierto, algo del que nunca disfrute por ser una 'divinidad'. Recordarme, recordar mi vida y la realidad que se vive fuera de esta burbuja oscura....

Quiero ser un poco egoísta y quedarme aquí, pero ¿Y si nunca muero, no volveré a ver a Suguru? No, no voy a permitir estar aquí sin otro abrazo.

-

"Satoru, imbécil"  escuché la voz de Shoko, afligida tras perder la esperanzas de que siguiera vivo.

Un sollozo lastimero siendo aflojado de su tráquea, un dolor punzante se instalo en mí lastimado y recién regenerado corazón.

"Imbécil, todos son unos imbéciles" otro grito lleno de frustración.

"A veces eres muy gritona y fastidiosa" Un comentario mordaz para aliviar su decadente razón.

"Eres un imbécil, idiota, descerebrado" Se lanzo a mí, como si no fuese real y solo una alucinación de su locura por la perdida.

"Te agradezco, pero quítate que aún no me recupero, tonta" La verdad es que estoy disfrutando de su abrazo, tratando de no ser tosco, la subo a la cama conmigo.

"Estuve un momento con Suguru" se tenso, ella nunca hablo sobre la perdida de uno de sus mejores amigos. Le dolió, hasta más que a mí, pero nunca lo demostró. "Me dijo que te molestará lo doble de lo que ya lo hago por él "

"El nunca diría eso, ¿Cómo estás?" ¿Qué obsesión tienen para preguntarme eso?!!!

"Bien, pero necesito más ayuda. Necesito, mucha más ayuda... Llama a los de arriba, necesito mi arma maldita²" claro que tras  escuchar mi petición se iba a enojar, trabajo tanto para volverme a la vida, tan así para que termine quitándome la de nuevo.

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"Hola muchachos, ¿Qué tal les va?
Maki, me encanta tu estilo aún que te parezcas al loquito de tu familiar³. Fuera de eso, ¿Necesitan ayuda?" Dije sonriente, mis alumnos eran muy talentosos pero su posibilidades de ganar eran pocas, más que nada por sus experiencias agotadoras de tiempo reciente.

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La pelea con Sukuna fue tan desgastante que no podía solo utilizar mis propias energías, la arma fue fundamental entre la batalla, otorgando me la victoria.

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"Profesor Satoru" Era la voz de mi Gallito, traía en brazos a Maki, mal herida y sin mitad de su rostro, tal vez cayó desmayada hace tiempo.

"Dime, Itadori" Mi voz sono débil, claro era mi cansancio tras agotar la última pizca de mi poder, perdiendo de esta forma al vacío púrpura y poco a poco, mí vida.

"¿Qué pasará con usted?" Su tono lleno de frustración se sentía en el aire, sabía que moriría en cualquier momento.

"No sé, tal vez llegue a casa por segunda vez" Mi casa era Suguru y sus brazos.

"Profesor, si usted muere.... Todos moriremos" Su rostro cambio, se miraba desorientado.

"Shoko estará con ustedes y también pague una gran suma de dinero a la loquita de Mei Mei para salvaguardar a mis queridos alumnos" Trate de hacerme escuchar confiado. Ahora lo que más me aterrorizaba era el volver a verlo, rompí la petición que me dió Suguru, será mucho más pronto que un abrir y cerrar de ojos.

Tal vez, no sea capas de enojarse conmigo por más tiempo, tal vez, sea momento para declararme.

"Itadori, no tengo miedo de morir pero tengo miedo de irme sin dejarles algo bueno. Fuí un profesor pésimo, lo admito. Y aún así, me encariñé con todos ustedes, les quise como si fuesen la familia que deseaba. Estoy seguro que si te declaras, podrás hacer posible mi deseo. Se felíz, dile a todos de mi parte, que Sean Felices."

El pensar ser felíz en este mundo sin Suguru, era tan imposible que nunca encontré a alguien que llenará mi abandono.

Poco a poco, mis energías iban abandonando mi cuerpo, era raro el sentirme drenado, mi vida no era nada. Nunca fuí un ser divino, ni mucho menos alguien invencible... Eso lo sabía desde que me venció aquel azabache, caí rendido ante sus pies.

Casi, tocandose mis párpados superiores con los inferiores, escuché una pequeña risa.