CAPITULO 9

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• (Tú): ¡Isamu!

Mis palabras se desvanecen en la vasta luminosidad que empieza a inundar todo el entorno, envolviéndolo todo a mi alrededor.

Instintivamente, cierro los ojos y bajo la cabeza, resignado a lo que pueda acontecer.

En ese momento, el peso de la responsabilidad se hace abrumador. He fracasado en mi misión; sí, logré eliminar a Monika, pero a costa de la vida de Yuri e Isamu. Natsuki permanece en paradero desconocido tras el fatídico suceso, y lamentablemente, Sayori no pudo ser salvada. En medio de esta sombría reflexión, la noción de victoria se desvanece por completo.

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Después de un lapso, abro los ojos una vez más y me encuentro inmerso en una oscuridad infinita, sentado en una silla solitaria en medio de la nada.

Confundido, pero resignado a mi situación, no le doy demasiada importancia. He transitado por lugares similares en el pasado, y ahora, con mi mundo hecho añicos, no encuentro otro destino al que dirigirme.

De repente, un suspiro resuena en la oscuridad frente a mí, aunque no puedo discernir quién lo emitió entre las sombras.

• (Tú): ¿Hola? -pregunto sin emoción-

Una risa apenas perceptible se escapa de la oscuridad, seguida de un ligero gemido.

• (Tú): Esa risa... -murmuro para mí mismo-

La figura se acerca lentamente, hasta que finalmente puedo distinguirla por completo.

• (Tú): ¿Tú? ¿No habías sido eliminada? -inquiero, confundido-

• Monika: Así parecía -responde con voz apenas audible-

Me levanto de la silla y me enfrento a ella, mirándola con una mezcla de resentimiento y furia.

• Monika: Tranquilo, (Tú), no he venido a hacerte daño.

• (Tú): Lo sé. ¿Por qué me necesitas para tu estúpido plan? -exhalo, casi con desdén-

Monika me aparta suavemente con una mano.

• Monika: No se trata de eso. Yo... -titubea por un instante- Yo cometí un error.

• (Tú): ¿En serio? -espeto sarcásticamente, aumentando mi irritación-

Monika me mira fijamente por unos instantes antes de apartar la mirada.

• Monika: Tienes todo el derecho de estar molesto. Pero necesitas escucharme...

• (Tú): ¿A ti? ¿Por qué ahora quieres hablar y no cuando te di la oportunidad? ¿Acaso crees que puedes hacer lo que quieras cuando quieras?

Mi paciencia se agota rápidamente, y siento que me cuesta mantener la compostura, luchando contra el impulso de lanzar un golpe.

SALVANDO AL CLUB DE LITERATURA (DDLC) REMAKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora