Weon Hinata Weon (Suga's version)

Destino: Santiago

Narra Kageyama

—Tobio lleva las weas necesarias, no el uniforme completo de volley—. Mi mamá me retó al verme empacar.

—Pero vamos a jugar volley.

—Casual po aweonao, no es uniforme oficial, más encima ese es el naranjo, como si fueran contra un equipo parecido al suyo—. Dijo sacando las prendas de mi maleta. Rodé los ojos y me senté en la cama.

—Eri regalón weoncito—. Me miró con una sonrisa mientras ella me hacía el bolso. —Gracias—. Murmuré mientras sacaba mi celular para leer los mensajes del grupo.

—¿Cómo te vas a ir mañana?—. Mi mami me preguntó tomándome desprevenido. No había pensado en eso, creí que iba a haber un bus o algo parecido.

—No sé.

—Puta que Tobio ya estay grandecito ya, ¿Te tengo que hacer la maleta y organizarte todo? ¿Querí que vaya pa limpiarte el poto también?.

—Ay mamá.

—Le voy a escribir a la Magda a ver si te puede llevar, ella se lleva al Tsukishima y a Yachi.

—No te preocupes, yo me las arreglo—. Respondí, busqué en mi celular el chat de la Rayita y le escribí, en menos de dos minutos recibí el mensaje que decía que no podía llevarme.

Eché la cabeza para atrás, medio rendido. Por qué chucha no hice eso antes, weon Kageyama weon.

Le escribí a Daichi y me explicó que también tiene el auto lleno, mi última opción es escribirle a la naranja molesta, pero Shoyo nunca responde así que lo llamaré.

—Aló.

—¿Puedes llevarme mañana?

—Hola Hinata, ¿Cómo estás? Bien Kageyama, ¿y tú?—. Se burló imitándome con una voz grave y más forzada que el pico.

—¿Podí o no?.

—Si oh, pero me viene a buscar un chofer del abuelo de la Rayi eso sí.

—¿Ese viejo caga plata?

—No sé, pero hay que aprovechar.

—Ya Hinata, chao, nos vemos mañana.

—Cuídate—. Me tiró un beso y me cortó.

¿Me tiró un beso?

Narra Kuroo

—Hola Marx—. Saludé al abuelo de Rayi mientras entraba a la oficina que tiene en su casa.

—¡Tetsu! estás tan grande mi niño—. Dijo parándose a abrazarme y darme unas palmadas en la espalda.

—Usted está cada día más joven, señor Uchiha.

—Tan chistoso como siempre Kurito, por favor, toma asiento—. Me señaló una de las sillas frente a su escritorio.

El señor tomó asiento en su silla que por alguna razón es una gamer, la cual no combina para nada con la oficina y los muebles carísimos y refinados que la adornan.

—Quería pedirte que organizaras una fiesta.

—¿Una fiesta?

—Sí, pero no solo un "carrete" quiero un evento importante, grande.

Levanté las cejas, el abuelo de la Rayita siempre me ha dado pegas chicas para ganar un par de monedas, pero nunca me había pedido que fuera el organizador de un evento, generalmente solo era el weón que ofrecía empanás de cóctel.