Weon Hinata Weon (Suga's version)

Antes del carrete

Nota de la tía Suga: No promuevo ni busco incitar el consumo de alcohol en menores, gracias por su atención, siga leyendo, besitos en las patas.

Narra Rayita

—¿Qué me pongo?—. Pregunté mientras posaba frente al espejo.

—Me gusta cómo se te ve la polera negra con los jeans—. Suga respondió desde mi cama, el peliblanco estaba echado ahí limandose las uñas.

—Pero weon con jeans se me ve la pata de camello—. Me quejé, no quiero andar incómoda en un carrete.

—Pero se te ve la media raja.

—Pero es incómodo.

—Entonces ponte los jeans anchos.

Saqué los pantalones de mi armario y caminé hasta el baño para cambiarme, me puse la prenda y volví a mi pieza. Sugawara había venido a mi casa luego del entrenamiento de la mañana, aparte de que no quería que caminara sola por el golpe en la cabeza, quería venir a comer porque le conté que mi mamá había preparado arroz con pollo y según Suga mi mamá hace el mejor pollito, pero yo le discuto que lo hace la mamá de Kageyama.

—¿Cómo me veo?—. Pregunté posando como weona haciendo reír al weoncito este.

—Rica po.

—Me sonrojas Suguita—. Bromeé y me tiré a la cama con él. —¿Qué te vas a poner tú?—. Pregunté quitándole la lima y empezando a limar mis uñas, siempre todos estos weones me usan las limas porque necesitan tener las uñitas bien cuidadas para jugar.

—Polera y buzo, ni ahí con arreglarme para un masivo—. Suspiró, generalmente el Koushi es el que mejor se viste, pero parece que no es la ocasión.

—Pero weon te vei tan rico con los pantalones cafés, ponte esos y en vola te comí al Daichi de nuevo—. Lo webeé, creo que lo más bacán del equipo es que solo cuatro son heteros y el resto le perrea a todo lo que se mueva, me encanta.

—No me quiero comer al Daichi weon, en los carretes no—. Se rió, al Suga no le gusta el Sawamura, son como mejores agarramigos con una tensión sexual impresionante. Yo asentí.

—¿Tu te quieres comer a alguien?—. Preguntó mientras me comenzaba a hacer cosquillas. Me reí y pegué unos manotazos para que me soltara.

—Le tengo ganas al Tsukki—. Admití en voz alta.

—AL WALALA.

—Ta exquisito fíjate.

—¿Le dijiste al Tadashi?

Negué con la cabeza, a Yamaguchi le mueve el piso el Tsukishima, pero la verdad es que también se lo mueve la Hitoka y cada weon que pasa por su lado en la calle, de todas formas, le preguntaré si le molesta.

—Le voy a preguntar hoy.

—En volá te dan ganas de comerte alguno del Ahora José.

Me acordé de Oikawa, una vez me mostraron una foto de ese weon y quedé flechadísima, al parecer hoy está invitado así que él sería una opción pa a colación del día

—¿Y con el Noya que onda?.

—Nada, somos amigos no más, después de lo de principio de año no ha pasado nada.

—Porque nos tratas a todos como si nos jotearas, el pobre ya no sabe qué hacer para que lo pesques.

Miré al Suga, tiene razón, soy súper cariñosa con todos y también soy muy de piel, pero no pensé que eso impediría darme cuenta de cuando alguien me estaba joteando o no.