𝐒𝐄𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍 𝟏

1.3K 131 23
                                    

Lisa Manoban, con su característico porte altivo, deslizó con gracia su figura del Jaguar negro, su aura de poder y sofisticación emanando con cada paso. La elegancia era su segunda piel, y nunca se permitía menos que eso. Su presencia imponía respeto en los círculos de inversión, donde su agudeza y audacia la habían llevado a la cima.

Junto a ella, Rosé Park descendió de su Audi rojo oscuro, un contraste vivo con el negro de Lisa. A diferencia de su compañera, Rosé irradiaba un encanto más suave, su estilo más arriesgado y moderno se manifestaba en sus elecciones tanto de moda como de vida. No solo su vehículo hablaba de ello, sino también los innumerables adornos que adornaban sus orejas y nariz, reflejando su personalidad audaz y vibrante, además de su trabajo como dueña de un casino.

Abandonaron el estacionamiento de la plaza con determinación, dirigiéndose hacia las oficinas de la terapeuta que las esperaba. Dos mujeres poderosas, cada una con su propio estilo único, pero unidas por una amistad y confianza que trascendía las diferencias de personalidad.

Desde el momento en que cruzaron la entrada, Rosé y Lisa se dirigieron hacia el ascensor que las llevaría al tercer piso, donde aguardaba la puerta 312, el santuario de la doctora Jennie Kim. Una placa brillante, grabada con elegancia, anunciaba el nombre de su terapeuta. Tocaron con determinación y en un instante fueron recibidas por la asistente de la renombrada terapeuta.

"Roseanne Park y Lalisa Manoban, ¿verdad?", preguntó la asistente, recibiendo un afirmativo de ambas antes de guiarlas al interior.

La lujosa oficina, adornada con detalles de madera que exudaban sofisticación y calidez, las recibió con un aire de serenidad. Un sillón doble se alineaba frente a una silla individual, el escenario perfecto para las sesiones que estaban a punto de comenzar.

"Mientras esperan a la doctora Kim, pueden acomodarse en el sillón", anunció la joven asistente antes de retirarse discretamente, dejando a las dos mujeres a solas.

Para Lisa y Rosé, era evidente que no se encontraban en una oficina de esa envergadura por casualidad. En una acción verdulera, Lisa no pudo evitar mirar de manera descarada el culo de la asistente mientras esta se retiraba, relamiéndose los labios con un gesto desvergonzado. Con un leve choque de hombros, transmitió su hallazgo a Rosé, compartiendo una sonrisa cómplice antes de centrarse nuevamente en el propósito de su visita.

Después de una breve espera, la puerta del consultorio se abrió para dejar entrar a una mujer de una belleza impactante. Su cabello castaño caía en cascada sobre sus hombros, enmarcando unas facciones delicadas, resaltadas por unos ojos que parecían sostener un secreto en su mirada gatuna. Vestida con un elegante vestido blanco que realzaba su figura, y unos tacones negros que añadían un toque de sencillez y sofisticación, la mujer irradiaba una presencia magnética. Un flequillo perfectamente alineado añadía un toque de pulcritud a su ya impecable apariencia. Con una carpeta en sus manos, les dedicó una sonrisa radiante al entrar.

"Buenos días, señoritas", saludó con amabilidad mientras tomaba asiento frente a ellas.

Rosé intercambió una mirada cómplice con Lisa, anticipando lo que vendría a continuación.

"Yo soy la doctora Jennie Kim, psicóloga y especialista en sexología clínica, y seré su terapeuta de ahora en adelante", se presentó con amabilidad, su tono de voz transmitiendo confianza y calma.

Lisa, siempre lista para enfrentar cualquier situación, ya anticipaba los pensamientos que podrían cruzar la mente de su vibrante amiga rubia.

"Un placer conocerla, doctora Kim", saludó Rosé con una sonrisa de oreja a oreja.

"Lo mismo digo, es un gusto", agregó Lisa, devolviendo la sonrisa con cortesía.

La doctora asintió con gratitud, antes de tomar la carpeta y comenzar a revisar su contenido con atención. Después de unos momentos, alzó la mirada para encontrarse con las de ambas mujeres.

ADICCTS - JENLICHAENGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora