𝐒𝐄𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍 𝟐

1K 118 8
                                    


Pasaron los siete días exactos que marcaban el retorno de las mejores amigas al consultorio de la doctora Kim. Con una sorpresa planeada, ambas optaron por llevarle un café a la doctora, quien aguardaba en su oficina con una mezcla de nerviosismo y vergüenza. Jennie, en un momento dado, había albergado la esperanza de que sus traviesas pacientes no regresaran para más terapia, pero esa esperanza se desvaneció cuando las dos entraron con paso decidido en su oficina.

"Le hemos traído un café, doctora", anunció Lisa con delicadeza, pasándole el vaso, mientras Rosé la seguía y ambas tomaban asiento en sus lugares habituales. El gesto gentil no solo sorprendió a la doctora Kim, sino que también hizo que se ruborizara intensamente. Las mujeres, como de costumbre, lucían atuendos que reflejaban su personalidad, y por supuesto, se veían deliciosas. Jennie no pudo evitar admitir que ambas eran bastante atractivas, incluso demasiado.

Al sentarse, las mejores amigas intercambiaron una mirada cómplice antes de ceder el control a la doctora. "Buenos días a ambas y muchas gracias por el detalle", agradeció la doctora Kim mientras revisaba sus registros. La atmósfera en la habitación se tornaba más relajada con la presencia de las pacientes, aunque la doctora Kim sabía que el trabajo aún debía continuar.

Algo dentro de ella estaba creciendo, pero se sentía bastante afectada por lo que había pasado la noche de su cumpleaños. Sin embargo, intentó dejar eso de lado para poder hacer bien su trabajo, que de por sí era bastante demandante.

"Muy bien, bienvenidas nuevamente a mi consulta. Espero que en esta oportunidad tengan un comportamiento más respetuoso y espero poder ayudarles a mejorar", anunció la doctora Kim con firmeza.

"Así será", soltó Rosé con una sonrisa de oreja a oreja, mientras Jennie observaba con atención sus expresiones, tratando de leer más allá.

"Excelente, me parece que ustedes tenían la tarea de analizar si existe algún desencadenante para su adicción", las miró, esperando alguna respuesta. Lisa se removió inquieta en su asiento, mientras Rosé parecía contemplativa, ambas aparentemente tramando algo.

Rosé miró a Lisa, quien tomó la iniciativa. "La verdad es que, puede ser mi incapacidad para mantener relaciones a largo plazo, pero mantengo y sostengo que esto es una pérdida de tiempo".

Jennie se sorprendió por la franqueza de Lisa, pero la duda permaneció en ella muy latente. "¿Por qué es eso, Lisa?".

La mencionada miró a la rubia de reojo. "Veamos, la semana pasada fuimos a pasar el rato en una discoteca y resulta que allí estaba la mujer más sensual del universo", Jennie tragó saliva ante el recuerdo. Realmente esperaba que ellas no mencionaran ese tema, pero ahí estaban, mencionándolo sin reservas.

"Creí que habían prometido comportarse", intervino la doctora Kim con una leve nota de reproche en su voz.

"Suele ser difícil para mi mejor amiga comportarse, señorita Kim", se incorporó Jennie, la rubia. "Pero ella no deja de tener razón, apenas pude concentrarme en el trabajo estos últimos días", confesó dramáticamente. Lisa le golpeó el hombro en señal de reprobación.

"Me gustaría que olvidaran lo que sucedió", insistió la doctora Kim, buscando poner fin al tema.

"¿Olvidarlo? ¿No sintió lo que yo sentí? ¿Lo que sentimos las tres?", replicó Lisa, con un tono de desafío en su voz.

"Les dije que eso quedaba fuera de este consultorio", reiteró la doctora Kim con firmeza.

"Entonces, ¿podemos ir a casa una vez salgamos de aquí?", sugirió Lisa, esperando desviar la conversación.

"Técnicamente, tienen que regresar a sus casas o a cualquier lugar donde tengan que ir", dijo la doctora con simpleza.

"Se refería a que te fueras con nosotras", añadió Rosé, con una mirada inquisitiva hacia la doctora Kim, mientras Jennie respiraba profundamente, preparándose para lidiar con las dos pacientes. Le preocupaba más el hecho de que le había gustado lo que había pasado, pero sabía que era incorrecto.

ADICCTS - JENLICHAENGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora