Parte 15 Confianza

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Viernes, ¡oh glorioso viernes! Cuanto lo esperaba y anhelaba. Quizás parezca una loca dramática pero vamos ¿a quién no le gustan los viernes? Fin de semana de descanso y lo más importan Vacaciones. Sí. Por fin luego de tanto estrés había llegado la última semana de clases en el instituto cosa que me alegraba de sobremanera, por fin podría descansar, dormir hasta tarde, disfrutar las navidades y sobre todo ver a mi madre...

Caminaba tranquila y distraídamente por los pasillos del instituto, tenía en mis oídos los audífonos de mi celular escuchando música, como adoro escuchar música. Es uno de mis pasatiempos favoritos. Estaba sumamente distraída mientras entonaba las letras de una canción bien se dice que la combinación perfecta es audífonos y música lo que equivale olvidarse del mundo por un rato y cada vez que yo escuchaba música era muy relajante me transportaba a un nivel de tranquilidad total sumergiéndome en la melodía olvidando por un buen rato todo lo que me rodeaba.

-Eres tú y soy yo el rostro de un amor prohibido... eres tú y soy yo amándonos junto al destino- entonaba bajamente la suave melodía de la que era últimamente una de mis canciones favoritas, ya que sentía, de hecho, la letra había sido directamente para mí era un total reflejo de mi realidad con Mathias, toda la letra y cada uno de los acordes reflejaba mi realidad. Una realidad totalmente vivencial netamente real, tan real que en ocasiones dolía pero a su vez era la mejor realidad vivencial que podía experimentar una adolescente como yo. Mis pasos eran suaves, lentos y pausados tratando de memorizar el resto de la melodía entonada, al intentar doblar el pasillo pude divisar a la distancia a dos sujetos sumamente similares y muy peculiarmente conocidos para mí. Parpadee un par de veces sin entender que hacia ese par juntos, oculte mi cuerpo de tal modo que no se percataran de que estaba allí. Asome mi rostro y me di cuenta que no se habían percatado de mi presencia por lo que opte por acercarme, solo un poco más. Al estar más cerca pude escuchar apenas unas palabras.

-solo te pido que la dejes en paz- reclamo David a Carlos de manera pausada y con la mayor serenidad posible- eres mayor para ella, no sé cuáles son tus intenciones pero tu reputación en el instituto no es la más adecuada. Solo la puedes perjudicar.

-mira- Carlos dio un paso hacia delante hasta estar muy cerca de David y pude notar como lo desafiaba con su mirada- entiende tan solo una cosa- con su mano le puso el dedo frente a sus ojos recalcando el numero uno- NO me alejare de Alma ¿entiendes? Quizás mi reputación no sea la mejor, pero nunca había conocido a una chica como ella y ahora que está cerca de mí no me alejare solo por tus peticiones, además- una sonrisa ladeada se dibujó en su rostro y continuo hablando pero esta vez de manera sarcástica- tú tienes novia, ocúpate de ella que de Alma me ocupo yo.- sin decir más se fue dejando a un David furioso apretando los puños de sus manos sin saber que más decir. Le había dado donde más le dolía, quizás eso había dañado su fachada de paz y tranquilidad.

David se notaba furioso e impotente, salí de mi escondite y me acerque a él haciendo como si no me nunca escuche nada.

-hola.-salude con mi mano mientras me acercaba y retiraba los audífonos de mis oídos. Le di un casto beso en su mejilla en forma de saludo- ¿Qué haces aquí? Pensé que estabas en el aula buscando tus calificaciones-pregunte inocentemente ante su atenta mirada. Su rabia y enfado pareció desaparecer al solo verme eso por un momento me alegro. No me gustaban esas situaciones en las que sus emociones varían solo por sus opiniones y es que, quizás tenga razón pero debía de entender que no tenía nada con Carlos. Absolutamente nada.

-iba al salón pero me entretuve un momento- se excusó mientras miraba en la dirección por la cual se había marchado Carlos- ¿me acompañas?- Pregunta posando sus orbes marrones sobre mí con esperanza, asentí levemente mientras ambos nos disponíamos a caminar. Desde el incidente en su casa las cosas entre los dos marchaban "normales" David no había intentado acercarse más a mi intentando sobrepasar la raya de amistad que poseíamos, lo cual me alegraba ya que sentía que todo marchaba regularmente normales entre los dos.

Mayor que yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora