La reunión entre Ángel y Carlos se tornó tensa mientras Ángel intentaba explicar la situación con Alejandro. Carlos, sin embargo, parecía distante e indiferente, mostrando poco interés por lo que le había sucedido a Tavo o a Alejandro. Su falta de empatía desconcertó a Ángel, quien esperaba encontrar apoyo y comprensión en su amigo.
Cuando Ángel mencionó la voz femenina que había escuchado al intentar comunicarse con Alejandro, la expresión de Carlos cambió repentinamente. Sus ojos se estrecharon en reconocimiento mientras una sombra de preocupación cruzaba su rostro.
"¿Cómo era la voz?", preguntó Carlos, su tono de voz repentinamente tenso.
Ángel describió la voz que había escuchado: suave, melodiosa, con un ligero acento que recordaba a una ex pareja de Alejandro. La revelación hizo que Carlos se quedara en silencio por un momento, asimilando la información.
Con la mente preocupada por la situación de Alejandro, Carlos dejó a Ángel para volver al lado de Tavo, quien estaba a punto de ser dado de alta del hospital. A pesar de las preocupaciones que aún lo atormentaban, sabía que su prioridad en ese momento era estar junto a Tavo y asegurarse de que recibiera el cuidado y apoyo necesario para su recuperación.
Al regresar a la habitación del hospital, Carlos encontró a Tavo sentado en la cama, visiblemente más animado y ansioso por dejar atrás el ambiente hospitalario. Su corazón se llenó de alivio al ver a Tavo recuperándose, aunque todavía sentía la preocupación latente por la situación de Alejandro.
Con ternura, Carlos ayudó a Tavo a prepararse para su salida del hospital, asegurándose de que tuviera todo lo que necesitaba para el viaje de regreso a casa. Se mantuvo a su lado en cada paso del camino, ofreciendo apoyo físico y emocional mientras se enfrentaban juntos a los desafíos que tenían por delante.
Mientras tanto, en el fondo de su mente, la preocupación por Alejandro seguía presente. Carlos sabía que no podía ignorar la situación por completo, pero también entendía la importancia de estar presente para Tavo en un momento tan crucial.
Una vez que Tavo fue dado de alta y estuvieron de regreso en casa, Carlos continuó cuidando de él con amor y dedicación. Se aseguró de que Tavo se sintiera cómodo y seguro, brindándole el apoyo necesario para su recuperación completa.
Mientras tanto, la incertidumbre sobre el paradero y el bienestar de Alejandro seguía pesando en su corazón. Carlos sabía que tendría que abordar esa situación en algún momento, pero por ahora, su enfoque estaba en cuidar de Tavo y asegurarse de que estuviera bien.
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Cómo te Conoci
Teen FictionCarlos, un joven de 23 años con una melena rizada y una altura impresionante de 1.80 metros, siempre había sido un alma libre. Trabajaba como barista en una cafetería acogedora en el corazón de la ciudad. Era apasionado por la literatura y pasaba su...