¿Alguna vez te diste cuenta de que he estado avergonzado?
Toda mi vida he estado jugando a juegos.
Podemos intentar ocultarlo, es todo lo mismo.
Te he estado perdiendo, viviendo día a día
(sin preocuparse del futuro).
Sangrando, estoy sangrando.
Mi pequeño y frío corazón...Cold Little Heart
-
"Rubius... ¿podrías perdonarme?"
Quackity... su rostro estaba a unos centímetros del suyo. ¿Había perdido peso? Se veía tan delgado y triste... estaba tan cerca... junto a él.
Todo era confuso desde el momento en que se puso de pie y abrió la puerta, cuando esos ojos cafés volvieron a mirar directamente a los suyos con tanta esperanza, miedo y añoranza.
Recuerda la sensación de frío que lo abarcó y como todo su mundo dio vueltas hasta que el rostro nervioso se Quackity se distorsionó en preocupación cuando todo comenzó a volverse negro para él.
Un grito de preocupación aclamando su nombre y todo se había desvanecido.
Entonces abrió los ojos.
Todo era demasiado brillante y le costó un tiempo poder adaptarse a la nueva iluminación, entonces se dio cuenta de algo, había un extremo...
... silencio.
Parpadeó lentamente, había una densa calma que flotaba en el ambiente. Extrañamente, se sentía más liviano que antes, pero ahora, en la realidad; su cabeza realmente le estaba matando.
Hacía ya un tiempo que no se sentía de esa forma, como si todo estuviese bien. A pesar de la amenaza física en su creciente dolor de cabeza, dentro de él, había una densa calma.
Como si sus sentimientos se hubieran apagado y todo ese dolor, ansiedad y tristeza simplemente hubiesen desaparecido... como un vacío.
Nunca antes su techo se vio tan interesante como ahora, sus extremidades estaban fuera del juego al parecer, no las sentía, había un entumecimiento en sus músculos que le costó remover.
¿Cuándo decidió acostarse? ¿Cuándo había terminado su día? No recordaba cómo había llegado hasta su habitación. Su cerebro parecía esforzarse, tenía una ambivalencia en su corazón.
Cómo si estuviese advirtiendo de que era mejor morir en la ignorancia antes de recuperar la consciencia.
Fue entonces que recordó. Quackity.
Se sentó de un salto sobre su cama y observó su habitación, ¿lo había soñado todo? Acaso había tenido un sueño... ¿dentro de otro sueño? No, ya estaba alucinando. Estaba chalado definitivamente.
O eso pensó, hasta que alguien ingresó a su habitación. Parpadeó, ¿nuevamente una alucinación? Si así fuese, no sería la primera vez que le sucedía.
Había estado un tiempo en que sus sueños se volvían su peor pesadilla. Regresaba a aquellos días donde la risa de Alexis era su día a día. Días en donde la presencia de Irina estaba a su lado en el sofá mientras jugaban un videojuego.
ESTÁS LEYENDO
𝐆𝐈𝐕𝐄 𝐔𝐒 𝐀 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐂𝐄 × ʳᵘᵇᶜᵏⁱᵗʸ
Short Story𝗣𝗼𝗿 𝘁𝗿𝗮𝗯𝗮𝗷𝗼, 𝗤𝘂𝗮𝗰𝗸𝗶𝘁𝘆 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝘃𝗶𝗮𝗷𝗮𝗿 𝗮 𝗔𝗻𝗱𝗼𝗿𝗿𝗮 𝘆 𝗥𝘂𝗯𝗶𝘂𝘀 𝗻𝗼 𝗱𝘂𝗱𝗮 𝗲𝗻 𝗼𝗳𝗿𝗲𝗰𝗲𝗿𝗹𝗲 𝘀𝘂 𝗰𝗮𝘀𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗼 "𝗵𝗼𝘁𝗲𝗹 𝘁𝗲𝗺𝗽𝗼𝗿𝗮𝗹". 𝗔𝗾𝘂𝗲𝗹𝗹𝗮 𝗱𝗲𝗰𝗶𝘀𝗶𝗼́𝗻 𝗵𝗮𝗿𝗶́𝗮 𝗱𝗲 𝗹...