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Axl buscaba a su amigo desesperadamente. No lo había visto desde el día anterior, ya que habia faltado a clases y necesitaba decirle lo que había pasado. Para su suerte, ese día Stradlin si había ido a clases.

Llegó al salón viéndolo, fue a sentarse a su lado. Lo saludo como todos los días e Izzy le regreso el saludo.

-¿Qué pasa?.- Pregunto Stradlin al notar a su amigo un poco raro.

-¿Te acuerdas qué te dije que le agradecería a Kurt?

Izzy asintió.

-Bueno, se podría decir que eso hice.

-¿Cómo que "se podría decir"?.- Hizo comillas con sus manos en esas palabras.- ¿Qué hiciste?.

-Es que me mandó otro poema.- Saco el sobre de su mochila y le mostró el poema a Izzy que no tardo en leerlo.

-¿Y qué pasa con ello?.- Cuestionó extrañado.

-Me pareció lindo y me gustó la forma en la que me admiraba.- Suspiro.- Lo busque para hablar con él y le confesé que no quería una relación pero que me gustaría seguir recibiendo sus poemas. Pensé que se lo tomaría mal, como una burla a sus sentimientos pero no fue así. Me dijo que entonces insistiría hasta que yo cambiara de opinión y yo le di el derecho a hacerlo.- Volvió a suspirar.

-¿Y se lo dijiste por qué quieres intentar algo? O ¿Solo estás jugando con él?.- Miro a su amigo que parecía aturdido.

-No se. Quiero ver qué pasa y me parece alguien atractivo.- Río.- No quiero jugar con el, parece bueno.

Izzy río con el. Aveces experimentar algo no era tan malo.

-¡Sheccid!.- Escucharon a lo lejos los dos amigos.

-¿Che qué?.- Pregunto extrañado Izzy mirando a su amigo.

-Sheccid.- Dijo mirando a la dirección de la voz.

Kurt estaba en la puerta del salón con un sobre en sus manos, Axl se levantó de su asiento y fue con el. Tenía suerte de que el profesor no haya llegado.

-Toma.- Kurt le extendió el sobre y Axl lo tomó.- Está vez quise dártelo en personalmente y mirar tu lindo rostro.- Dijo sonrojado.

-Gracias.- El sólo tenía rosas sus mejillas.

Izzy miraba la escena desde su lugar sonriendo, Axl merecía ser querido. Merecía amar.

-Creo que tengo que irme. Fue agradable ver la belleza de tu ser.- Dijo para luego irse.

Axl se quedó sonriendo. Regreso a su lugar y miro el sobre, la presentación está vez era diferente, tenía rosas dibujadas en todo el sobre.

-¿Por qué te ha llamado sheccid?

-Por una princesa que motivo a un prisionero a escapar y ser mejor para la princesa. Dijo que yo era su sheccid. Que lo he motivado.

-Eso es lindo.

-Lo es.

-Abre lo.- Le dijo sonriéndole mientras miraba el sobre.

Axl le hizo caso, está vez solo un hoja completa se encontraba dentro del sobre. La desdobló con sumo cuidado.

Para mi sheccid:

Te mire sin que lo notarás.
Te soñé sin que me conocieras.
Te conocí sin hablarte.
Te toque sin tenerte.

Hice tantas cosas que nunca viste, porque no quise molestarte.
Hoy me atrevo a confesarte
lo que hice sin que tu seas consiente.

He estado haciendo cosas
que te relacionan, soy consciente. Pero nunca manché tu nombre, siempre supe respetarte.

Mirarte ya no es suficiente,
quiero que me conozcas
y me tengas en cuenta siempre.
Que sientas lo que yo siento por ti.


Axl sonrió y miro a su amigo. Realmente esperaba cambiar de opinión con Kurt, lo esperaba. Pero era difícil con todo lo que en un pasado le había sucedido. Aún así, quería saber qué más llegaría a pasar con el rubio.

-El parece decidió. Más bien, el está decidido.- Se corrigió.- Está decidió a enamorarte.- Izzy le sonrió.

-Lo se.- No supo que más decir y para su suerte —de que Izzy no le siguiera haciendo preguntas o cosas por el estilo— el maestro llegó.

- No supo que más decir y para su suerte —de que Izzy no le siguiera haciendo preguntas o cosas por el estilo— el maestro llegó

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Había corrido a su salón después de entregarle la carta a su niño. Regresaba un poco cansado y para su suerte la profesora no había llegado. Tenía suerte.

Miro a sus amigos que le hicieron señas para que se acercará. Él se acerco.

-¿Qué te dijo?.- Dave, uno de sus dos amigos le pregunto.

-Nada realmente. Solo me agradeció.- Dijo recordando el muy leve sonrojo de Axl.

-¿En serio?.- Kurt asintió.- Bueno, no importa.

-¿En verdad seguirás insistiendo hasta que cambie de opinión?.- Está vez, Krist pregunto.

-Si, lo haré hasta que me diga que lo he echo cambiar de opinión.- Estaba decidió y se notaba en sus palabras.

-Que lindo.- Dave miro a su novio.- Ojalá alguien me dijera lo mismo.

Krist río.

-Pero si tú ya eres mi novio, amor.- Le dio un pequeño beso en la mejilla.

-Pero siempre es bueno recibir lindas palabras.- Le sonrió.

-Yo no soy tan bueno en eso, pero por ti lo intentaré.- Está vez, lo beso en los labios.

Kurt solo los veía sonriendo, esperaba estar muy pronto así con Axl.

La maestra llegó y tuvo que regresar a su lugar. Pero no se podía concentrar en nada de lo que la maestra dijera sobre la clase, solo recordaba la hermosa sonrisa y el jade mar que Axl poseía en su iris.

No podía dejar de pensar en él. Ahora podía confirmar que estaba enamorado. No solo de la belleza que poseía si no de las cosas pequeñas que el hacía.

Ama a Axl, ama su sonrisa, ama sus sonrojos, ama sus acciones, ama sus opiniones, ama sus ojos, ama su cabello, ama su voz, ama la forma en que declama, ama su canto, ama su atrevimiento, ama su carácter. Ama todo de él.

𝘗𝘰𝘦𝘮𝘴 𝘧𝘰𝘳 𝘮𝘺 𝘣𝘦𝘭𝘰𝘷𝘦𝘥 ·𝘒𝘶𝘳𝘵𝘢𝘹𝘭·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora