Memories de una vida (FreenBecky)

Un nuevo recuerdo

Febrero 07
Año 2024

¿Has visto cómo se colorea el cielo?

Así funciona la vida... y el amor.

Pesáñeas por un momento y la puesta de sol ha desaparecido o mantienes tus ojos cerrados y amanece

Sí, de esta manera, el mundo está activo.

Amaba tanto tomar fotos al cielo, a cada paisaje del camino, hasta que ella llegó a mí.

Se convirtió en mi paisaje favorito y escribió más de una canción para mí. El amor se ve así.

El cielo hoy era tan azul como el mar, algunas nubes vienen con él.

Era lindo y solitario.

El viento hacía que su cabello se moviese tanto, que debía peinarlo en cada momento.

Pero esto no importa, estamos aquí, hoy.

Una pequeña manta estaba tendida en la arena y encima de esta había comida y bebidas.

Los pícnics en la playa son perfectos para celebrar lo que sería el sexto aniversario.

Ella estaba en la orilla, mojaba sus pies con el agua del mar, alzaba sus brazos al aire y reía esa jodida sonrisa que amó.

Sé que ama mucho este lugar, las tantas fotos en casa lo decían, su lugar está aquí.

No importa a su alrededor, ella es feliz allí, es suficiente para mí.

Recogí una cámara pequeña en mi mano y tomé algunas fotos; definitivamente, el paisaje más hermoso que mis ojos vieron.

Me dijo con sus manos que me acerque a ella, y no debía repetir esta acción, ya estaba yendo para allá.

Sus ojos tienen este hermoso brillo.

- Es nuestro lugar - dice tomando nuestras manos y salpicándome agua con sus pies.

Era nuestro lugar, porque no importaba dónde estuviéramos. Mientras ella estuviera a mi lado, era mi lugar.

El agua salpicaba por aquí y por allá; estábamos reviviendo lo que fue el momento antes de nuestro primer beso.

Las olas no son demasiado fuertes, pero es suficiente para que una persona débil cayera al agua.

Su risa fue aún más escándalosa cuando me vio allí, tirada en la arena mientras otra ola fue al ataque.

Pero el karma es maravilloso.

Cuando finalmente dejó de reír, ella se acerca para ofrecerme ayuda. Una ola arremetió con más fuerza, haciéndola caer sobre mí.

Ahora ambas estábamos empapadas.

No hace falta decir, quien la que ríe fuertemente ahora soy yo.

Y este dicho tuvo razón: el que ríe de último ríe mejor.

Ella inmediatamente se levanta, sé que está muy enojada.

Odiaba cuando me burlaba de ella, y amaba que lo hiciera.

La vi alejarse hasta que llegó a nuestro lugar, traté de tranquilizar mi risa e ir tras ella, pero era casi imposible.

Después de unos minutos fui allí.

- ¿Me prestas la toalla? - pregunté amablemente y ella la lanza con tanta fuerza, haciendo que esta me golpee la cara.

- ¡Oh por Dios, lo siento! - dice y se acerca rápidamente a revisar mi rostro.