Por qué lo hiciste, yo te amaba.

continuación.

pov.Artemisa.

Terminaron las clases de matemáticas y Tania y yo fuimos las primeras en salir no es que fuéramos desesperadas y eso pero obvio sabía, que mi best frend me tenía que actualizar con todo lo que había sucedido los días que no vine a la escuela.

Y por supuesto,a hablar del dios griego o Dios italiano que teníamos como compañero, yo sé que ella quedó loca y yo también no lo voy a negar.

—Tania, por favor ,Ya basta,—le digo por qué no deja de molestarme con que  le guste al chico nuevo.

Estamos en el aula de español, pero al parecer nadie ha entrado, por eso aprovechamos para hacer de las nuestras.

—No sé si es que estás ciega o qué, pero no puedo creer cómo no lo has notado o como no lo notaste cómo te quedó viendo, no hasta yo me mojé.

—Tania,por favor qué  te sucede, es obvio que no se fijaría en mí y deja de decir vulgaridades por favor compórtate.

—Ay Dios, te pareces a mi mamá, que barbaridad contigo diviértete cariño, la vida es una y hay que disfrutarla.

—Y si tú no te lo follas, lo haré yo, y no me veas así, es un papucho, un Dios en carne propia en este caso no griego sino italiano, tú te imaginas estar haciéndolo con él y que te diga palabras sucias en italiano, ay me derrito.

—Como la tendrá, es que mi hermana estuvo con un italiano una vez y me contó que era enorme, y no me veas así,no, no me vas así, así nos tratamos yo y mi hermana , soporta perra.

Me río.

No puede ser que seamos amigas, somos tan diferentes pero en algo sí tiene razón qué se sentirá eso, ya voy a cumplir la mayoría de edad y todavía sigo siendo virgen mi madre me dijo que eso era importante para mi vida, cuando yo me entregara a alguien tenía que ser por amor o cuando yo estuviera casada.

Pero es que es italiano y sí lo noté me hizo la loca porque sino, Tania no me iba a dejar en paz,  noté como me miró, como me observó, ay Dios es tan guapo ya basta Artemisa,tú eres una niña bien, compórtate.

A los minutos, entraron más estudiantes y es porque ya iba a empezar la la clase llegó la profesora, mi italiano coqueto, que bien suena mi italiano, es mío ya, solo que no lo sabe, ay Dios me siento enferma.