Kelidoscope of death +123

Extra 7: Bai Ming y Zhang Yiqing

Después de que Bai Ming y Zhang Yiqing se conocieron, Zhang Yiqing una vez le hizo una pregunta a Bai Ming. Le preguntó: "¿Cuáles son tus sueños?"

Cuando escuchó esta pregunta, Bai Ming inmediatamente sonrió. Se encontró con los ojos de Zhang Yiqing y respondió con seriedad y solemnidad: "Mi sueño eres tú".

Ante esto, Zhang Yiqing quedó momentáneamente desconcertado.

"Te lo pregunto en serio".

Bai Ming, "y estoy respondiendo en serio".

De hecho, Bai Ming hablaba en serio. Antes de encontrarse con las puertas, ya había sido fan de Zhang Yiqing, obsesivamente devoto de ese apuesto hombre en pantalla.

Bai Ming recopiló todas las películas, los dramas y  los comerciales de Zhang Yiqing. Y cuando descubrió que Zhang Yiqing dejaría la pantalla grande para dirigir detrás de escena, Bai Ming se volvió loco por un buen rato.

Durante ese tiempo, nadie en su organización se atrevió a cruzar puertas con él. Todos sabían que Bai Ming era el tipo de persona capaz de hacer cualquier cosa cuando estaba de mal humor.

En aquel entonces, Bai Ming aún no era el jefe de su organización. Él simplemente había sido un simple hombre que cruzaba puertas, aunque el potencial que emanaba a menudo daba a sus compañeros que cruzaban puertas la sensación de que no era una criatura de estanque pequeño.

La situación familiar de Bai Ming era más complicada. Había vivido en un orfanato desde joven, lo encontraron y lo trajeron de regreso a casa después de cumplir doce años. Sólo entonces supo que su padre era en realidad un hombre rico, y que la razón por la que su padre lo trajo de regreso no tenía nada que ver con la devoción paternal, sino porque su hermano necesitaba un hígado sano.

Este tipo de melodrama despiadado fue lo que le sucedió a Bai Ming.

La verdad era que, antes de conocer a Zhang Yiqing, los dos se habían visto una vez antes.

Fue en un cóctel organizado por la familia Bai. Bai Ming estaba parado en un rincón, pequeño y delgado, y observaba mientras un sonriente Zhang Yiqing charlaba con su padre. Zhang Yiqing era joven en aquel entonces y recientemente había conseguido el premio al Mejor Actor; todavía había un toque de juventud en su apariencia, pero ya se podía ver el esplendor incomparable de sus últimos años.

Bai Ming lo había mirado fijamente durante mucho tiempo, muchos pensamientos pasaban por su mente. En ese momento ya era fanático de las películas de Zhang Yiqing, pero estaba demasiado nervioso para simplemente acercarse y comenzar a hablar con él. Sólo podía mirar desde lejos.

Y más tarde, Bai Ming se encontró con las puertas, por lo que pensó que solo habría un encuentro entre él y Zhang Yiqing.

Pero el destino siempre fue algo extraordinario. Después de muchos años de arduo trabajo, Bai Ming se había ganado una gran posición en el mundo de las puertas. Un día, un buen amigo le preguntó de repente: "Bai Ming, te gusta Zhang Yiqing, ¿verdad?".

Con un cigarrillo encendido entre sus labios, Bai Ming vocalizó un perezoso "mh".

"Él también empezó a entrar por puertas", le dijo su amigo. "¿Quieres considerar trabajar para él?"

La cabeza de Bai Ming se giró para mirar a su amigo.

"¿Qué dijiste?"

Mirándolo inocentemente, su amigo se repitió.

Bai Ming apagó el cigarrillo y se rió: "Esto no es una broma, ¿verdad?"

Por supuesto que no fue una broma. En el momento en que volvió a ver a Zhang Yiqing, Bai Ming supo que su sueño estaba a punto de hacerse realidad.