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Rosa pastel (Frerard)

Era una noche fría, el viento húmedo anunciaba la llegada de la lluvia, y a Frank le importaba una mosca que fueran casi las diez de la noche y el siguiera en un bar ahogando sus penas, bebiendo hasta más no poder y olvidándose un poco de lo sucedido.

En el escenario estaba parada una (pésima según el) cantante. Fue un milagro cuando la bajaron del escenario.

-- Bien, público. Creo que es hora de que empecemos con el karaoke y las baladas románticas. ¿Qué les parece?-- Dijo el Host de la noche del "viernes de baladas" como lo solían llamar. Viroteos de emoción y alegría se escucharon en todo el bar --¿Algún voluntario?--

«Ay no... ya va a empezar esto...» Frank hizo una mueca de disgusto y enfado a la vez.

En ese momento lo que menos quería escuchar eran canciones románticas. Y tenía su buena razón.

«Pero mejor soportar a quedarse en una habitación silenciosa y sin compañía»

***

Después de al menos diez minutos el Host dijo con entusiasmo y carisma.

-- ¿Quién quiere ser el próximo participante?--

Nadie dijo nada. Frank ya pensaba en irse, pero en eso un chico se acercó al escenario, no le tomó mucha importancia hasta que al chico le preguntaron por su nombre, y el respondió algo que a Frank le llegó muy fuerte al corazón.

-- Bien Gerard, ¿Cual será la canción que nos cantarás esta noche?-- Preguntó el Host, con el mismo entusiasmo de siempre.

-- Rosa pastel.-- Respondió el chico peli negro muy decidido al subir al escenario.

-- Antes de empezar... Quiero dedicarle esta rola a una persona que espero y este por aquí en el público.-- El peli negro hizo una pausa para tomar un poco de aire. Cerró los ojos y siguió. -- Frank. Se que tal vez me odias, por favor perdóname. --

Al oír esto, a Frank se la rompió un poco su corazón de pollito, y dejó escapar unas lágrimas de sus ojos.

La música comenzó a sonar en el ambiente.

«No... No creas que te odio... Te extraño muchísimo más de lo que crees» Pensó Frank. Cerró los ojos por un momento, y comenzó a escuchar la dulce voz de quien en su momento, y todavía, era un ángel para el.

***

Cuando la música dejó de sonar, Gerard apolló un poco su cabeza en el micrófono, y dejó escapar unas pequeñas palabras de su boca, como en un susurro que fue tan bajo que casi nadie lo escuchó.

-- Por favor perdóname...-- Volvió a decir y bajó del escenario.

Levantó la vista ya desde la mesa en la que estaba sentado, y vió como el enano de pelo negro y ojos avellana se marchaba cabizbajo con los brazos cruzados, intentando de darse un pequeño abrazo a si mismo. Gerard decidió seguirlo, para ver si podía hablar con él un minuto como mínimo.

***

Al salir del bar, bajo la tenue lluvia que a penas comenzaba a caer, vió que el enano ojos avellana se alejaba cada vez más, cubriéndose con la chamarra de cuero que traía atada a la cintura hace unos momentos.

«Es ahora o nunca Gerard... Alcanzas a Frank o lo dejas todo como está» Pensó para si, y sin dudarlo ni un poco corrió lo más rápido que podía para alcanzar al enano antes de que se fuera y tal vez no verlo por un largo tiempo.

***

-- ¡Frank espera!--

Escuchó a sus espaldas. Sabía quien era, pero hizo caso omiso a la voz y siguió caminando con un paso un poco más rápido que antes.

-- ¡Por favor!-- Dijo la voz de nuevo después de un pequeño momento de silencio.

Frank no lo soportó más, y a media acera, se detuvo sin siquiera pensarlo.

Al poco tiempo llegó Gerard. Frank no lo volteó a ver, no quería que lo viese con lágrimas en los ojos, entonces solo se quedó de espaldas a él, esperando a que dijera algo.

-- ¿Podemos hablar?-- Dijo Con voz algo temblorosa Gerard, quien veía al otro chico de espaldas con un poco de tristeza.

Frank se quedó en silencio.

-- Tu sabes que no era mi intención que lo nuestro terminara... sabes que no fue por mi voluntad propia.--

-- ... Y aún así te dió más miedo lo que te dijeran a que me perdieras...-- Habló Frank por fin y se volvió hacia Gerard, evitando el contacto visual. --¿No que una vez me dijiste que no nos importara lo que nos quieran decir a cerca de nuestra relación?--.

Hubo un silencio con la lluvia de fondo.

-- Pero tu sabes que si yo no hubiera metido la pata, todo esto no hubiera sucedido.-- Volvió a hablar Gerard. -- Sólo quiero que me perdones... No quiero perderte.--

-- Esta bien, pero aprende ya a dejar ir lo pasado Gerard. Solo te harás más daño.--

Esas palabras le llegaron al corazón, y sabía que no solo el tenía que dejar atrás lo pasado.

-- Tu también, enanito.-- Dijo con una voz serena y calmante.

Sin pensarlo dos veces, y sin previo aviso, Frank se lanzó hacia los brazos de Gerard en un fuerte y cálido abrazo bajo la fría lluvia.

Así se decían más cosas sin siquiera tener que deci algo.

-- Está bien, te perdono. Pero sabes que te quiero más que como un amigo...-- A Frank se la quebró la voz.

-- Igual yo... Pero lo podemos intentar otra vez. ¿Qué piensas de eso?--

-- Intentemos esto una vez más.--

Se miraron a los ojos profundamente, con mucho cariño, y se besaron bajo la lluvia en un cálido abrazo que no terminaría pronto.